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La posibilidad de que Ricardo Monreal sea candidato de una amplia alianza opositora en 2024 es lejana, pero sigue allí. La ruptura del senador de Zacatecas con Morena espera paciente su oportunidad. El hombre va a permanecer en el guinda “hasta que la dignidad me lo permita”, dice.

 

Sabe que ni Marcelo Ebrard ni él tienen la menor oportunidad de convertirse en candidatos presidenciales de Morena. El presidente López Obrador sólo tiene dos corcholatas: Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López Hernández.

 

La hostilidad de la jefa de Gobierno de la CDMX y todo su equipo hacia el coordinador de la bancada de Morena en el Senado ya es muy evidente. No pierden la oportunidad de grillarlo. Las preferencias de López Obrador están a la vista.

 

Pero el senador Monreal es un manual de la política. Sabe que tiene que construir su salida de Morena y no aventarse al vacío.

 

Marcelo podría hacer equipo con el senador rumbo al 24. Sería una mancuerna muy atractiva. Marcelo para presidente, Monreal para la CDMX.

 

Se lo han planteado al canciller, pero no quiere. La posibilidad de que Ebrard se quede en Morena —aun si lo hacen a un lado— es alta, muy alta.

 

* Miguel Ángel Mancera, jefe de la bancada del PRD en la Cámara de Senadores, ya destapó a Ricardo Monreal. No parece una ocurrencia. Estuvo planeado.

 

Dijo en entrevista:

 

“Ricardo lleva ya un rato con este planteamiento de la Presidencia de la República. Dice que está dispuesto a medirse con un piso parejo.

 

“Creo que si la alianza está abriendo esta oportunidad, Ricardo no tendría por qué no participar en la búsqueda de esa candidatura. Cuando hay piso parejo es así, con apertura.

 

“Es un activo político, no regatearía ninguno de los temas en los que ha participado. Su trabajo es consistente. Acá en el Senado de la República dialoga con todas las fuerzas políticas.

 

“Es un hombre que ha establecido lazos políticos con todas las fuerzas en la construcción de acuerdos para las reformas constitucionales”, puntualizó.

 

* Contactos de la oposición con Monreal los ha habido. Los tenemos confirmados. Una cosa es lo que públicamente se declara y otra lo que se hace.

 

Sabemos que a Monreal se le han acercado del PRI, del PRD, un sector del PAN —vinculado al diputado Jorge Romero— y dos gobernadores del azul. Sabemos también que el MC se uniría a una amplia alianza opositora si el senador zacatecano es candidato en 2024.

 

En cualquier circunstancia, la salida de Ricardo sería un descalabro para Morena. ¿Cuánto vale? ¿12 por ciento? Con eso puede inclinar la elección hacia un lado u otro.

 

¿Cuándo se daría la salida? La primera prueba está a la vista: La reforma electoral. El coordinador de la bancada de Morena en el Senado ya le dijo a Mario Delgado, presidente nacional de ese partido que, como está, no pasa en la Cámara alta.

 

Sabe del retroceso que eso implicaría: el control de los órganos electorales por el gobierno.

 

A propósito: nos topamos con el senador del Grupo Plural, Germán Martínez. Le preguntamos sobre la posibilidad de que Monreal se postulara como candidato de la alianza opositora en 2024.

 

Por la cara que puso no le gustó, pero le pidió al de Zacatecas una prueba contundente de que va en serio con la oposición para considerarlo: que vote en contra de la reforma electoral.

 

No se le olvida que la oposición le dio a Monreal su voto para ser presidente de la Mesa Directiva del Senado durante el año legislativo en curso, pero el zacatecano ganó la batalla al interior de la bancada guinda y puso a su candidato: Alejandro Armenta.

 

No le convenía salirse de Morena.

 

* Una muy buena noticia. Se aprobó por unanimidad la Ley de Vacaciones Dignas. Con 89 votos a favor, cero en contra. Si los diputados no disponen de otra cosa, a partir del año entrante, los mexicanos tendrán 12 días de vacaciones en lugar de seis.

 

Nada más se tardaron 52 años en modificar la Ley Federal para dar un descanso justo y merecido a los trabajadores.

 

No hubo un orador en contra. Todos a favor. Reinó la armonía, a pesar de que no faltó el amargado que buscó politizar el tema: el morenista César Cravioto.

 

Subió a la tribuna para colgarle la medalla a su movimiento: “Esto nunca hubiese pasado si hubiesen ganado el PAN o el PRI”, dijo con ganas de armar polémica. Nadie lo peló.

 

 

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