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Mucho se ha hablado de que México viviría un segundo “maximato” si Claudia Sheinbaum, producto del dedazo de López Obrador, gana las elecciones presidenciales.

No son pocos los que están convencidos de que la influencia del tabasqueño sobre la política mexicana se extenderá más allá del 1º de octubre de 2024.

El Presidente, sin embargo, ha declarado una y otra vez que se va definitivamente de la política. “No me voy a fotografiar, no tendré redes sociales ni seré líder moral de nadie”, promete.

Difícil creerle. Ya alguna vez pidió que lo dieran por muerto como candidato presidencial para 2006. Argumentaba que no puede ser abanderado alguien que enfrentaba un desafuero, por el caso del predio El Encino. Al final fue candidato del PRD.

El Maximato fue un periodo histórico y político de México que abarcó desde el 1º de diciembre de 1928, con el gobierno de Emilio Portes Gil como presidente interino. Abarcó también los gobiernos de Pascual Ortiz Rubio y Abelardo Rodríguez hasta 1934.

La influencia de Calles terminó con la llegada del general Lázaro Cárdenas a la Presidencia de la República. Si gana, a Claudia le corresponderá elegir si quiere el papel de Portes Gil, Ortiz Rubio y Rodríguez, o el del general Lázaro Cárdenas.

Rubén Moreira, coordinador de los diputados del PRI, es de los que creen que, si gana la candidata oficialista, el Presidente seguirá influyendo en la política de México. Agrega que, para evitarlo, va a necesitar un Jesús Reyes Heroles que exorcice un nuevo maximato.

¿Por qué un Reyes Heroles?

Moreira evocó el intento de Luis Echeverría de seguir mandando, luego de haberle entregado la banda presidencial a López Portillo, en 1976.

Echeverristas de hueso colorado se habían colado al gabinete de López Portillo: Porfirio Muñoz Ledo, Augusto Gómez Villanueva, Carlos Sansores Pérez y, a través de ellos, quiso prolongar su influencia.

López Portillo le pidió a don Jesús Reyes Heroles que se encargara del asunto. Echeverría acabó como embajador en las Islas Fiji, Oceanía.

¿Quién podrá ser el Reyes Heroles de Claudia? Sólo un nombre se me viene a la cabeza: Juan Ramón de la Fuente.

* Germán Martínez no lo pensó dos veces. Abandonó el salón de sesiones del Senado mientras se desarrollaba la ceremonia de entrega, por primera vez, de la medalla de honor Armada de México, al secretario de Marina, José Rafael Ojeda.

El legislador del Grupo Plural nos explicó sus motivos: “Por deseos del presidente López Obrador, el Senado, como la República, acaba homenajeando al militarismo”.

El reconocimiento al almirante le pareció a Germán una afrenta a Ponciano Arriaga, Francisco Zarco, Ignacio Ramírez. “Es lo único que no hicieron los liberales de 1857”, puntualizó.

La entrega de la medalla estaba programada para el 17 de abril pasado. La sesión se suspendió ese día, porque no se juntó el quórum (65 senadores). Faltaron legisladores del oficialismo. Los de la oposición no pasaron lista.

La sesión de ayer fue la última de la presente Legislatura. Se ve difícil que convoquen a un extraordinario en pleno periodo electoral. El reconocimiento al almirante por sus 55 años de servicio activo a favor del país se entregaba ayer o no se entregaba.

Ojeda pronunció un breve discurso de agradecimiento. “Esta medalla —dijo— no es mía. Yo la vengo a recibir a nombre de todos los integrantes de la Marina Armada de México”.

* Nos cuentan que Guadalupe Taddei, consejera presidenta del INE, hizo tremendo berrinche en los Estudios Churubusco, la noche del segundo debate.

No le permitieron estar en el escenario donde debatieron los candidatos. Le asignaron una cabina junto con otros consejeros. No le gustó y se fue.

Nos aseguran también que Taddei tiene guardado el “mapa de riesgos” que ubica las zonas más complicadas del país para desarrollar el proceso electoral. Su argumento es que, si lo da a conocer, hay riesgos de que se debilite la participación.

* El PRI no va en alianza en Coahuila. Eso pone en riesgo el triunfo del exgobernador de la entidad, Miguel Riquelme, quien busca un escaño en el Senado.

Los priistas tienen informes de que, como partido, los pronósticos de las elecciones del 2 de junio no les son favorables en el territorio nacional. Encuestas internas les dan sólo 8% en la intención de voto.

Por el contrario, la alianza Fuerza y Corazón por México, que postula a Xóchitl Gálvez como candidata presidencial, crece en las preferencias electorales.

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