Sin duda alguna, la semana pasada signific? la de mayor complejidad para la administraci?n del presidente L?pez Obrador.
Arranc? con la presentaci?n del Secretario de Seguridad Ciudadana, Alfonso Durazo, quien durante la conferencia ma?anera del lunes, present? los avances del Plan de Seguridad y las cifras de delitos. El funcionario declar? que en 2018 se presentaron 33 millones de delitos y aunque a?n no hay ?nada que presumir?, present? datos relacionados con un ?punto de inflexi?n?, que reflejaba una tendencia delictiva a la baja.
El informe presentado se top? con diversas cr?ticas, pues aunque en septiembre se registr? un ligero descenso, la cifra de personas asesinadas en 10 meses suma 29 mil 629 personas, lo que marca el inicio de sexenio m?s violento del que haya registro.
Adicionalmente, la estrategia de seguridad del gobierno se top? con una larga secuencia de hechos violentos, ocurridos en distintos estados del pa?s.
El lunes, en el municipio de Aguililla, Michoac?n, 13 polic?as estatales fueron asesinados y 9 lesionados por un ataque perpetrado por el C?rtel Jalisco Nueva Generaci?n (CJNG).
Al d?a siguiente, en la comunidad de Tepochica, del municipio de Iguala, Guerrero un enfrentamiento entre integrantes del Ej?rcito y civiles armados que se trasladaban en tres camionetas con reporte de robo, dej? un saldo de 15 personas muertas, un militar y 14 civiles. Ese mismo martes por la tarde, en el municipio de Ac?mbaro, Guanajuato se registraron ataques contra polic?as, lo que deriv? en cuatro civiles muertos y un oficial herido.
En Nuevo Laredo, Tamaulipas, el mi?rcoles se registraron balaceras en toda la ciudad, lo que dej? como saldo un elemento de la Polic?a estatal herido.
El hecho m?s grave se dio el jueves en Culiac?n, Sinaloa, donde la poblaci?n vivi? horas de terror, por las balaceras desatadas tras el operativo de detenci?n de Ovidio Guzm?n L?pez, hijo de Joaqu?n El Chapo Guzm?n.
Durante varias horas se presentaron enfrentamientos que dejaron ocho muertos, 16 heridos y un total de 51 reos que se fugaron de la c?rcel de Aguaruto. El punto m?s cr?tico, por el que el gabinete de Seguridad ha recibido duros se?alamientos, fue la decisi?n de liberar a Ovidio Guzm?n, bajo el argumento de ?salvar vidas? por la reacci?n del C?rtel de Sinaloa.
Los acontecimientos demostraron que, en diversas partes del territorio nacional, la capacidad del Estado Mexicano se encuentra fuertemente rebasada por el poder?o de los delincuentes. Qued? demostrado que las capacidades materiales, de armamento y especialmente log?sticas de dichos grupos delictivos, son superiores a las de polic?as estatales, y pueden rivalizar fuertemente con las de nuestras fuerzas federales.
Ha quedado manifiesto que el tr?fico de armas, donde poco m?s del 70% de las mismas, proviene de los Estados Unidos, se ha convertido en un c?ncer que ha fortalecido a las bandas del crimen organizado. En los distintos episodios ocurridos la semana pasada, qued? manifiesta tambi?n la abismal diferencia entre el armamento de las fuerzas del orden p?blico frente a los delincuentes; desde una Browning M2, pasando por AK-47, Barrets m82, Colt AR15 y granadas de fragmentaci?n.
La decisi?n de ?liberar? al hijo de El Chapo, ha generado fuertes inquietudes sobre la capacidad de reacci?n del gobierno frente a presiones generadas por parte de grupos criminales en otras partes del pa?s.
Adicionalmente, la existencia de distintas versiones institucionales, evidenciaron una preocupante falta de coordinaci?n.
La ?semana negra? debe servirnos para analizar los pendientes que a?n mantiene la estrategia de Seguridad del gobierno federal. Se requieren muchos m?s recursos, no s?lo para la Guardia Nacional, sino para equipar y fortalecer a las polic?as estatales y municipales en lo inmediato. Es fundamental fortalecer nuestras aduanas fronterizas, y evitar el trasiego de armas desde los Estados Unidos. El Congreso deber?a aprovechar la alarmante situaci?n evidenciada la semana pasada, para fortalecer ambos rubros mediante el Paquete Fiscal 2020.
Es necesario que el gobierno eval?e los mecanismos que ha utilizado hasta la fecha, para diagnosticar y atender diversas crisis, pues se corre el riesgo de que grupos violentos, disruptivos y criminales, le tomen la medida e incrementen sus mecanismos de ?presi?n? para alcanzar sus objetivos antisociales.