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CIUDAD DE MÉXICO.- José Juan Macías atraviesa uno de los momentos más difíciles de su carrera, pues tras una nueva lesión, fue dado de baja de manera definitiva por Santos Laguna, lo que prácticamente lo aleja de la actividad en lo que resta del Clausura 2025. Este lamentable suceso evoca a otras promesas del fútbol mexicano que, a lo largo de los años, vieron truncado su potencial por las lesiones.
Al igual que Macías, varios jóvenes futbolistas nacionales no pudieron consolidarse como estrellas en el fútbol mexicano debido a las constantes molestias físicas que les impidieron dejar su huella en la cancha. A continuación, repasamos algunos casos emblemáticos de futbolistas que no lograron brillar debido a las lesiones.
César Villaluz
El campeón del mundo que no pudo volver a ser el mismo
César Villaluz, quien fuera canterano de Cruz Azul, vivió uno de los momentos más emblemáticos de su carrera al ser parte de la selección mexicana que se coronó campeona del mundo en el Mundial Sub-17 de Perú 2005. En esa generación destacaban nombres como Gio dos Santos, Carlos Vela y Ever Guzmán. Su gran actuación le permitió debutar con el primer equipo de La Máquina, pero la suerte no estuvo de su lado.
En la final del Apertura 2008 contra Toluca, Villaluz sufrió un golpe en la cabeza por parte de José Manuel Cruzalta, que lo dejó noqueado y lo obligó a salir del campo. Aunque se recuperó físicamente, su nivel nunca volvió a ser el mismo, y las lesiones fueron un constante obstáculo en su carrera. Con el tiempo, pasó por varios equipos de categorías menores y, finalmente, se retiró del fútbol profesional.
Eugenio Pizzuto
La fractura que frenó su ascenso
Eugenio Pizzuto es otro ejemplo de talento mexicano que no pudo explotar por una lesión desafortunada. Tras destacarse en las fuerzas básicas del Pachuca y con la selección mexicana Sub-19, Pizzuto debutó en la Primera División de la Liga MX en enero de 2020 ante León. Sin embargo, su prometedora carrera sufrió un duro golpe cuando, en un lance con la pelota, sufrió una fractura de peroné y luxación del tobillo derecho.
A pesar de la recuperación, Pizzuto fue fichado por el Lille de Francia, pero nunca logró hacerse de un lugar en el equipo. Posteriormente, fue cedido al Braga de Portugal, donde ocurrió lo mismo. En 2023, los Tigres de la UANL lo repatriaron, pero actualmente se encuentra jugando en la sub-23 del club, lejos de ser el jugador que muchos pronosticaban como una de las grandes figuras del fútbol mexicano.
Edgar Andrade
La fractura que truncó su carrera
Edgar Andrade fue otro de los campeones del mundo Sub-17 en 2005 que vio su carrera profesional afectada por una lesión. Tras debutar con Cruz Azul en 2006, en el Clausura 2007 sufrió una fractura ante Tecos que lo obligó a pasar por el quirófano. Aunque intentó retomar su nivel, nunca logró volver a ser el mismo. Andrade continuó su carrera cambiando de equipo, pero las lesiones constantes mermaron su rendimiento y, eventualmente, se retiró del fútbol profesional.
Ponchito González
La rotura de ligamento que detuvo su ascenso
Por último, Ponchito González es otro de los casos que genera tristeza para los aficionados al fútbol mexicano. Campeón del mundo Sub-17 en 2011, González fue considerado uno de los jugadores más prometedores de su generación. Con gran habilidad y visión de juego, muchos lo comparaban con Andrés Guardado. Su talento lo llevó a ser adquirido por los Rayados de Monterrey, pero una rotura de ligamento cruzado lo alejó de su mejor nivel.
Aunque luchó por volver a ser el mismo, la lesión frenó su carrera. Actualmente en Pachuca, González no ha logrado consolidarse como titular y, a pesar de su juventud, se ha quedado lejos de cumplir las expectativas que una vez se depositaron en él.
El fútbol mexicano ha visto brillar a muchas estrellas jóvenes, pero también ha sido testigo de cómo las lesiones han truncado las carreras de algunos de sus mayores talentos. José Juan Macías es solo uno de los más recientes ejemplos de una larga lista de jugadores que, a pesar de su gran potencial, no pudieron alcanzar las alturas que su talento les prometía. Con el tiempo, el fútbol mexicano tendrá que encontrar una forma de proteger a sus futuras promesas para evitar que estos casos se repitan.