Al igual que un docente que discrimine o agreda al menor
Jorge Luis Rios
ACUÑA, COAH. – Si a algún menor, niña o niño con Trastorno del Especto Autista (TEA), no lo dejan ingresar a la escuela, pública o privada, por su condición; que el director “ponga trabas”, que argumente que no tiene cómo atender al menor y que omita canalizarlo a alguna área de educación especial o CAM (Centro de Educación Múltiple), podrá enfrentar un proceso penal que pudiera concluir en la cárcel.
Pero también la o el docente que en al aula, realice o fomente actos de discriminación o violencia física en contra de un menor con TEA o bien con alguna otra condición que le impida defenderse por sí mismo o que tenga necesidades específicas, por su propia condición mental o emocional, sentenció, Cecilia Gómez Alamillo, abogada de la Asociación “EDEMI” (en honor a Edson Emiliano, joven con autismo de Piedras Negras).
Primero el padre o madre, deberá solicitar por escrito el ingreso de su hija o hijo con alguna condición especial a cualquier escuela, pública o privada, y si se le rechaza argumentando algo así como: “no estoy capacitado”, “no sé del tema”, “no cuento con educación especial” o “no sé qué es eso”, padre o madre deberán llevar el caso al sector educativo, en dónde deberán buscar la alternativa para que su menor cuente con su derecho constitucional a la educación, explicó la licenciada.
Lamentó que haya muchos casos de discriminación y violencia física en contra de menores con alguna condición especial y que a las escuelas se les facilite mejor no hacer algo, casos a los que ha tenido que acompañar para su solución, que en la mayoría de los casos se da en el sector sin necesidad de ir más allá y enfrentar un proceso penal.
