EN QUÉ SE PARECE, EL NOVIAZGO A LAS CAMPAÑAS POLÍTICAS
Curiosa la comparación, aunque cualquier comparación resulte incómoda.
Sin embargo, esta similitud es muy real.
En el noviazgo ambos muestran sus mejores caras y la amabilidad y las muestras de cariño son extensas y los arrumacos no se diga, la gentileza se ve hasta por los poros, es verdaderamente un nido de amor.
En las campañas abrazas, a todos les das tu mejor sonrisa y la amabilidad se escurre, tocas puertas con una sonrisa que cautive, vigilas que todos se porten bien, prometes ser un buen alcalde(sa), hay promesas que rayan en lo increíble, pero prometer no empobrece.
Pero cuando llegas al matrimonio, al poco tiempo aparece en ambos su verdadera personalidad y el demonio que estaba adentro, en él, el autoritario, el celoso, el de carácter irascible. En ella su descuido personal, su incomodidad de la casa, sus deberes al olvido.
En los candidatos, al llegar a la silla, su altanería, su abuso del poder, su afán de enriquecerse a costillas del pueblo, dejar atrás las promesas, aparecer con una sonrisa, aunque no tengas ganas, se te olvidan las colonias, te das cuenta que lo que tu creías era un tesoro, realmente es un barco que se hunde.
Dura la comparación, pero, “alea jacta est”, (la suerte está echada)
HDELAF