GRADUACIONES, DESPUÉS DEL COVID
Tres nietos se recibieron de diferentes grados en tiempos del COVID, yo les decía que eran como los lentes de playa, SIN GRADUACIÓN.
Créanme, fue lo mejor que pudo suceder, sin público, sin baile, sin ceremonias fastuosas, solo ellos y todo en línea.
No se gastó en esa estupidez de la TOGA y el BIRRETE, que solo era negocio de los fotógrafos que cual perros de caza se abalanzaban sobre los planteles para ofrecer sus productos.
Es real queremos tener recuerdos de nuestra graduación, pero por qué eso de TOGA, por qué no con el uniforme normal de tu plantel, ya que queden fuera esas batas de “Kukuxklán”, mejor ese uniforme que portaron durante varios años, el orgullo de su plantel, si acaso solo la banda que muestre la especialidad, pero en KINDER, PRIMARIA; SECUNDARIA, ¡por Dios!
Por qué las coordinaciones de educación no hacen algo al respecto son muchos los miles de pesos que se tiran a la basura, solo por ego, cuándo nosotros con nuestros teléfonos podemos tener un recuerdo personal.
Pero, me da la impresión que algo hay detrás de estos convenios, pues ciertos servicios de graduación, casi es obligatorio el contrato de servicio con tal o cual estudio fotográfico.
Me asiste el beneficio de la DUDA.
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