Jorge Luis Ríos
ACUÑA, COAH. – Los trabajadores informales generalmente enfrentan inconvenientes como la mala calidad de empleo, bajos salarios, largas jornadas de trabajo y falta de acceso a la formación y capacitación, además de dificultades para acceder al sistema de protección social, sistema de ahorro, vacaciones, aguinaldo y otras prestaciones, refirió, Cinthia Verónica Martínez.
Reconocida abogada en la ciudad, refirió que es el comercio informal quien más incurre en estas faltas, contratando hombres y mujeres “muy necesitadas”; de muy bajos recursos económicos para que los patrones puedan ejercer un tipo de presión; un tipo de dominio, quedando desprotegidos ante cualquier abuso.
“También las personas que trabajan en la informalidad tienen más probabilidades de encontrarse en situaciones de pobreza, en particular en un momento en el cual los ingresos de los hogares son fuertemente impactados por el aumento de la inflación. Existe una vinculación muy fuerte entre estar en un trabajo informal y vivir en la pobreza”.
Los trabajadores informales suelen no tener aportes jubilatorios, por lo cual se compromete su futuro una vez que deben de salir del mercado laboral, pero también, no tienen acceso a préstamos económicos o créditos hipotecarios como de Infonavit e Infonacot, exponiéndolos a merced de usureros, agregó la abogada Cinthia.
El grave problema estructural de la informalidad “tunde” fuertemente a las y los trabajadores, que, por su necesidad de llevar algún ingreso al hogar, caen en manos de estos “patrones” que evaden impuestos, no pagan luz, agua ni renta y cambian de razón social cuando quieren, puntualizó.
