En el vasto campo de la vida, nos encontramos con el antiguo proverbio: “Lo que uno siembra, cosecha”. Una frase que resuena con la promesa de que nuestras acciones tendrán consecuencias, ya sean buenas o malas. Sin embargo, al observar más de cerca este adagio, surge la pregunta: ¿realmente todas las semillas que sembramos dan fruto?
Desde mi perspectiva, creo que no todas las semillas germinan y florecen como esperamos. A veces, a pesar de nuestros esfuerzos, las circunstancias o el destino intervienen y nuestras expectativas no se cumplen. Pero esto no debería desanimarnos ni detenernos en nuestro camino. Al contrario, es crucial seguir sembrando, incluso cuando los resultados no sean inmediatos o evidentes.
En el ámbito personal, este concepto se manifiesta en nuestras relaciones, metas y aspiraciones. Cada acto de bondad, cada esfuerzo por mejorar y cada paso hacia nuestros sueños es una semilla plantada en el terreno de nuestras vidas. Aunque algunos de estos esfuerzos puedan parecer infructuosos en el momento, cada uno de ellos contribuye a nuestro crecimiento personal y nos acerca un poco más a la cosecha que anhelamos.
En el mundo de los negocios, la analogía de sembrar y cosechar cobra aún más relevancia. Los emprendedores y empresarios comprenden que cada inversión, cada decisión estratégica y cada sacrificio realizado es una semilla plantada en el suelo fértil del mercado. Sin embargo, también saben que el éxito no siempre es inmediato ni garantizado. Es necesario perseverar, adaptarse a los desafíos y seguir invirtiendo tiempo, energía y recursos en el crecimiento de sus empresas.
Pero aquí es donde entra en juego otro aspecto fundamental: el cuidado de la siembra. No basta con plantar las semillas y esperar que crezcan por sí solas. Requieren atención constante, riego, protección contra las plagas y el mal tiempo. Del mismo modo, nuestras acciones y proyectos necesitan ser cuidadosamente gestionados y nutridos para prosperar. Esto implica sacrificios que muchas veces pasan desapercibidos para los demás, pero que son indispensables para el éxito a largo plazo.
En resumen, si bien no todas las semillas que sembramos pueden dar fruto, es esencial seguir adelante con determinación y perseverancia. Cada acción, cada esfuerzo y cada sacrificio nos acercan un paso más hacia nuestros objetivos, tanto en el ámbito personal como en el empresarial. Recordemos que, aunque el camino pueda ser difícil y los resultados no siempre sean inmediatos, cada semilla plantada con cuidado y dedicación eventualmente dará sus frutos.
A continuacion te dejo una deliciosa receta para unas Enchiladas Suizas:
INGREDIENTES:
10 tomates verdes
1 pedazo de cebolla
2 chiles serranos
2 dientes de ajo
1/4 de taza de agua
1 cucharada de Caldo De Pollo
1 cucharada de aceite
Tortillas de maiz
Pechuga de pollo deshebrada (cocida en agua o al asador)
Queso manchego
Cilantro fresco picado
PREPARACIÓN :
1-Hervir durante 3 minutos los tomates, cebolla, chiles y ajo. Licuar con 1/4 de taza de agua y Caldo De Pollo.
2-Calentar una cucharada de aceite y cocinar la salsa a fuego medio durante 5 minutos.
3-Para las enchiladas: calentar las 2 cucharadas de aceite restante en una sartén y freír las tortillas. Escurrir sobre papel absorbente.
4-Rellenar las tortillas con el pollo y enrollarlas.
5-Servir las enchiladas, bañar con la salsa y agregar queso. Calentar en horno o microondas hasta gratinar.
A Disfrutar de esta deliciosa y facil receta.