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Brasil .- El renombrado economista Gabriel Zucman, reconocido por su experiencia en fiscalidad y profesor asociado en la Universidad de Berkeley, presentó este jueves una sugerencia innovadora durante el encuentro de ministros de Finanzas del G20 en São Paulo. La propuesta apunta a la implementación de un impuesto universal del 2 % sobre la riqueza de los ultra ricos como una medida para abordar la creciente disparidad económica a nivel mundial.
Zucman, quien fue invitado por la Presidencia brasileña del G20, destacó que este impuesto no solo desincentivaría la tendencia a buscar refugio en países con regímenes fiscales más benevolentes, sino que también podría generar ingresos sustanciales para los gobiernos. Según sus estimaciones, la aplicación de esta tasa a los aproximadamente 3.000 milmillonarios existentes en el mundo podría generar alrededor de 250.000 millones de dólares adicionales anuales.
Durante una rueda de prensa posterior, Zucman expresó que la propuesta fue recibida positivamente por representantes de importantes potencias económicas como Francia y Estados Unidos. Incluso el ministro de Finanzas de Brasil, Fernando Haddad, solicitó un informe detallado para su consideración en los próximos meses.
El economista francés resaltó que, a pesar de ser un impuesto relativamente bajo, tendría un impacto significativo al mitigar la regresividad de los sistemas fiscales existentes para los millonarios. Además, enfatizó que la disponibilidad de información precisa sobre la riqueza de los milmillonarios, gracias a los avances en el intercambio de datos bancarios, respalda la viabilidad de esta propuesta.
Zucman también señaló el paralelismo con la iniciativa reciente de imponer un impuesto mínimo del 15 % sobre los beneficios de las multinacionales, respaldada por unos 140 países en 2021 bajo la dirección de la OCDE. Esta comparación subraya la creciente aceptación de medidas fiscales más equitativas a nivel global.
El Gobierno brasileño, bajo el liderazgo del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, ha puesto un énfasis particular en temas de desigualdad y endeudamiento de los países en desarrollo durante las discusiones del G20 en São Paulo, elevando aún más la relevancia de la propuesta de Zucman.
