Home OPINIÓN OPINION

OPINION

0
0

AMLO le vuelve a apostar a la polarización que lo llevó al poder en el 2018. Cree que tiene el monopolio de los pobres, que son mayoría y que el triunfo de su candidata está blindado.

Las ofensas que profirió en contra de la multitud que el domingo abarrotó el Zócalo —y que marchó simultáneamente en más de 100 ciudades en defensa de la democracia amenazada— reflejan que en el México de la 4T no cabemos todos.

No parece que le importe mucho que estemos en año electoral. Su talante autoritario, replicado ingenuamente por la candidata presidencial que puso por dedazo, lo llevó a hablar en decenas de miles —o cientos de miles, según los organizadores— que se sintieron aludidos.

“Las protestas, los enojos, la manifestación de ayer (son) porque los que estaban antes, ya sea en el gobierno o ya sea los que se beneficiaban con la corrupción, están inconformes y quieren regresar. Y yo también quiero que regresen, pero lo que se robaron.

“Y ahora se disfrazan de demócratas, cuando ellos eran los más tenaces violadores de los derechos del pueblo. Dicen: Vamos a defender nuestra democracia”.

El Presidente no oculta que está muy enojado porque la multitud, en forma espontánea, comenzó a gritar en el Zócalo: “¡Narcopresidente, narcopresidente!”.

“Por eso están enojados y (por eso) las campañas llamándome ‘Narcopresidente’. Como tengo autoridad moral, pues estoy protegido, porque lo que estimo más importante en mi vida es la honestidad y por eso no pueden…”, puntualizó.

* El Presidente se equivoca al generalizar. Me consta que la mayoría de los que abarrotaron el Zócalo son ciudadanos genuinamente preocupados por el rumbo del país.

Patricia de la Fuente Riverón, maestra de educación primaria que está pensionada, llegó hasta el Zócalo en una silla de ruedas. No perdía oportunidad de alzar la bandera “por la democracia” que llevaba en su mano derecha.

Cada que la multitud respondía a las arengas de Ana Lu Medina, Fernando Belaunzarán y Amado Avendaño, quienes se encargaron de calentar el ambiente mientras llegaba Lorenzo Córdova, orador único, ella también las coreaba. Era de las más entusiastas. Le preguntamos qué la llevó a Zócalo. Nos dijo: “Defender a este maravilloso país. Es un país que no se merece este gobierno que nos ha dividido. Pero veo la unión, todos estos mexicanos, y eso me llena de orgullo y de esperanza. Somos más los buenos que los malos”.

Claudio Hernández tiene 18 años. Estudia en Ciencias Políticas en la UNAM. Va a votar por primera vez el próximo dos de junio. Él también estuvo en el Zócalo el pasado domingo. “Soy de los jóvenes que queremos una democracia libre y segura, donde podamos salir a votar sin la amenaza del narco. Queremos resultados limpios y que el voto sea secreto”, respondió.

* Muy buena la convocatoria a la cumbre Nearshoring México, convocada en la Expo Santa Fe por Pedro Haces, secretario general de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), y Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial.

El invitado estrella fue Carlos Slim Helú. El empresario no pudo asistir personalmente al conversatorio sobre el tema, pero sí lo hizo, durante casi media hora, vía celular.

En ese segmento del foro participaron Juan Ramón de la Fuente, coordinador del equipo que elabora el plan de gobierno de Claudia Sheinbaum, el propio Haces y Cervantes.

Un foro propositivo, para decirlo en palabras del exrector de la UNAM, en el que se sentaron a dialogar representantes de la clase trabajadora con líderes del sector empresarial para hacer propuestas y sacar un mejor provecho a la famosa relocalización.

El nearshoring es la estrategia de externalización por la que una empresa, por ejemplo de Estados Unidos, transfiere parte de su producción a países terceros (en este caso, México) que están localizados en destinos cercanos y con una zona horaria semejante.

La parte destacada de la intervención de Slim es la que habla de la posibilidad de lograr una inversión de entre 28 y el 30% del PIB con el nearshoring.

“Ya no vamos a ser maquiladores como antes, vamos a ser socios. Esa sociedad de Canadá, Estados Unidos y México”, predijo el poderoso empresario.

Juan Ramón de la Fuente, en su intervención, destacó que en el equipo de Sheinbaum ya trabaja, en paralelo al nearshoring, en otros frentes que son, de alguna manera, complementarios.

“Desde luego, ya lo señalaba Carlos Slim, el tema de la educación, junto con el de ciencia y tecnología”, dijo.

Y, como que no quiere la cosa, deslizó otro tema transversal del que casi nadie habló, que es el de la seguridad, en el que, afirma, la doctora Sheinbaum tiene particular interés.

Ese interés viene del hecho de haber enfrentado esa situación, como jefa de Gobierno, “con resultados no totalmente satisfactorios en todos los rubros, pero sí con un gran esfuerzo en la Ciudad de México y ese tema lo ha estado coordinando Omar García Harfuch”, puntualizó.

DEJE SU COMENTARIO

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *