Agencia Notimex/FACTOR
Arriaga, Chis.?La incesante ola de migrantes espera la partida del alguna vez llamado Tren Chiapas-Mayab, hoy trasnacional y apodado La Bestia, para salir del Purgatorio chiapaneco (para algunos verdadero Infierno). Se teme que sea una de las ?ltimas ocasiones en que eso ser? posible. Al mediod?a de este mi?rcoles se puso en marcha la doble locomotora que remolcar?a los vagones estacionados en Arriaga, y todo mundo se trep? a los vagones de carga esperando que la maquina se enganchara para salir rumbo al norte. Pero la m?quina se sigui? de largo y lo siguiente que se supo fue que hab?a arribado a Ciudad Ixtepec, en el istmo oaxaque?o.
Pasada la medianoche, en un juego del gato y el rat?n, los agentes del Instituto Nacional de Migraci?n y la Polic?a Federal circularon r?pidamente a lo largo de la v?a, provocando que los migrantes saltaran de los vagones donde ya se cre?an punto de partir y corrieran despavoridos hacia las calles y bald?os de Arriaga, en lo que parec?a una redada, y no lo fue. El convoy se sigui? de largo hacia Oaxaca. Poco a poco, a lo largo de la larga noche, las familias y los dem?s grupos comenzaron a volver para recuperar sus sitios en los vagones de carga, sus techos, escalinatas, huecos, a seguir esperando.
Al mismo tiempo, siguen llegando caminantes de a 20 o 40 personas por grupo, que han caminado desde Mapastepec. Esta caravana que se deshilvan?, se?alan los observadores, es la primera a la que realmente hacen caminar, ?para reventarla?. A este paso, les llevar?a meses llegar a su destino, la frontera norte, pero ya nadie est? para ayudarles. ?Ni agua nos quieren dar? se queja un muchacho. Hondure?o, por supuesto. El clamoroso ?xito medi?tico y de solidaridad que tuvieron las primeras caravanas desde octubre ya se disip?, esta gente lleva semanas caminando, y nada indica que podr?n avanzar mucho mediante el ferrocarril.
Chiapas comienza a parecer un territorio ?sellado?. A la vez que se anuncian visas temporales para salvadore?os y hondure?os (los guatemaltecos ya las ten?an), una nueva frontera interior est? naciendo. Los l?mites de Chiapas y Oaxaca apuntan para convertirse en un valladar. En el futuro inminente salir de esta entidad ser? m?s dif?cil que llegar a ella y atravesarla. Quienes opten por no retornar a su pa?s de origen quedaran atrapados en Chiapas. Esto hace m?s dram?tica a?n la situaci?n para los miles de personas que huyen de su tierra. O como ocurri? ya en la frontera norte, al aumentar los obst?culos, los migrantes podr?a optar por rutas m?s peligrosa. Si en el norte son los desiertos, aqu? ser?an bosques y selvas en grandes distancias.
Entre el fatalismo y la esperanza, Omar dice en voz muy alta: ?A mi no hay manera de que me regresen a Honduras, el peligro es muy grande. Y muchos tenemos miedo de que nos alcancen aqu? nuestros perseguidores?.
Los vagones inm?viles amanecieron hoy erizados de gente, tanta que se amontonan unos sobre otros. Y no pasa nada, no hay locomotora. Se rumora que en 24 horas. Pero tambi?n se rumora una inminente redada migratoria. Ayer hubo detenciones en las inmediaciones de Zanatepec, Oaxaca. Siluetas negras saltan entre vagones a contraluz, caminan arriba o dormitan en los rieles debajo del tren. Parecen danzar. Su tiempo est? detenido, o corre de otro modo para ellos; ya lo perdieron en su lugar de origen, ahora el sue?o es recuperarlo al llegar a su destino so?ado. Pero el tiempo no est? de su lado. Y las rutas se van cerrando.
