El joven estudiante de la Universidad de Auburn fue visto por última vez el 27 de enero de 1976, cuando se dirigía a la escuela; su madre falleció a principios de este año con la esperanza de que su hijo volviese a casa, dijo el sheriff
Milenio
ESTADOS UNIDOS.- El sheriff del condado de Troup (Georgia, Alabama) informó del hallazgo de un auto perteneciente a Kyle Wade Clinkscale, desparecido hace 45 años.
El joven estudiante de la Universidad de Auburn fue visto por última vez el 27 de enero de 1976, cuando se dirigía a la escuela desde LaGrange, en Georgia. Nunca aparecieron ni su cuerpo ni su vehículo, un Ford Pinto blanco de dos puertas, de 1974, según informaron del sheriff del condado.
Pero el misterio acaba de ser resuelto: el coche fue encontrado este martes 7 de diciembre en un arroyo de Alabama. Dentro estaban su cartera, identificación y también huesos.
«Durante 45 años hemos buscado a Kyle y su auto. Hemos seguido cientos de pistas y nunca hemos conseguido nada sustancial a partir de ellas», dijo el sheriff James Woodruff al manifestar su satisfacción por el hallazgo.
Clinkscale, que tenía 22 años cuando desapareció, era hijo único. Su madre falleció a principios de este año con la esperanza de que su hijo volviese a casa algún día. Su padre murió en 2007, dijo el sheriff.
El sheriff de Chambers, Sid Lockhart, precisó que el coche fue encontrado a más de 4 kilómetrosde distancia de lo que habría sido la ruta normal de Clinkscales para ir a la universidad. Lockhart dijo que ignoraba si se había buscado en esa zona cuando se reportó la desaparición.
Woodruff refirió que el techo del auto «está completamente» oxidado, así como documentos y restos óseos.
«Creemos que son de naturaleza humana. Hemos llamado a la Oficina de Investigación de Georgia. Actualmente están en nuestras instalaciones desmontando el automóvil y, si pueden, examinando lo que hay dentro para determinar cuántos huesos hay y si son realmente sus huesos», añadió el sheriff.
Woodruff dijo que espera que se pueda determinar la causa de la muerte. «Pero puede que nunca lo sepamos», agregó.
