Hemos visto en algunos reportes epidemiológicos, el crecimiento acelerado por covid-19 en nuestro país, que ya registra en promedio 34 por ciento de crecimiento con respecto a la penúltima semana epidemiológica. Las entidades con mayor número de casos activos que se han incrementado son: Quintana Roo, Yucatán, CDMX, Chihuahua y Campeche. Como todos sabemos, este virus ya forma parte de nuestra realidad epidemiológica y se ha vuelto parte de las vacunas y refuerzos necesarios para no enfermar de gravedad. En ese sentido, cabe mencionar que la última dosis aplicada a los adultos jóvenes en nuestro país fue en el verano. Y preocupa que aún a los niños entre los 6 meses y 4 años no hayan sido vacunados. Tampoco se ha terminado de aplicar el esquema completo de la vacuna entre el grupo que ronda los 5 y 12 años.
El Presupuesto de Egresos de la Federación del próximo año, aprobado en su mayoría por todos los diputados de Morena, sufrió un doloroso recorte de 16 mil millones de pesos al Programa de Vacunación. Y es ahí donde el monopolio de la adquisición de vacunas nos pone en riesgo a todos, como claramente lo expondré.
Tenemos datos, según la ENSANUT 2021, que sólo tres (¡TRES!) de cada 10 niños tiene su esquema de vacunas completo, es decir sólo el 30% de la población infantil. Con este recorte, es impensable que tengamos mejores coberturas a menos que recibamos una donación de vacunas, se haga un ajuste en el transcurso del año para financiar esa compra de biológicos, o suceda un milagro.
De acuerdo con la OPS, el gobierno mexicano ha vacunado a 0%, sí cero por ciento, de las niñas para prevenir el Virus del Papiloma Humano, que puede convertirse en cáncer cérvico-uterino, segunda causa de muerte por cáncer entre las mujeres adultas. Existen brotes de sarampión y poliomielitis en algunos países, ambas enfermedades prácticamente erradicadas en México, lo que pone en riesgo a la población. Tampoco se ha hablado de adquirir la vacuna para mpox, que fue declarada una emergencia en salud pública y que se ha expandido a 100 países. Es posible un repunte de influenza esta temporada, principalmente entre enero y febrero. La influenza estacional es una infección viral grave. Todas las temporadas de influenza son diferentes y pueden afectar de manera distinta a las personas. La temporada estacional inicia en octubre y podría prolongarse hasta marzo del año siguiente.
Es decir, estamos expuestos a brotes de enfermedades contagiosas graves, pero que pueden ser prevenibles. A lo largo de la historia, se han presentado eventos que han impactado en la salud de la población mexicana, por lo que nuestra meta debiera ser alcanzar la equidad inmunológica y para ello es indispensable cuidar la salud de toda la población: niños, adolescentes y grupos vulnerables, principalmente en las zonas rurales, fronterizas y comunidades indígenas. No obstante, existe el riesgo de que en México también aparezca algún brote ante el desabasto evidente de vacunas.
Las vacunas son la medida preventiva por excelencia y sí funcionan si se aplican. Las vacunas en México son gratuitas, seguras y efectivas. En 1992, el doctor Jesús Kumate Rodríguez, entonces secretario de Salud federal, impulsó la creación del Programa de Vacunación Universal, con el cual se logró erradicar del país la viruela y eliminar la mortalidad por sarampión, polio y paludismo en México. A este mexicano, médico y político, de formación pediatra, le debemos mucho en el ámbito de las enfermedades prevenibles y del establecimiento de una política pública de Estado a través de las vacunas.
Ahora existe un monopolio en la adquisición de las vacunas, y desde mi opinión, un desdén por mantener los esquemas completos de vacunación para todos los grupos etarios.