Luis Pérez, técnico del equipo, no emitió alguna palabra ante los rumores de una posible salida del puesto
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CIUDAD DE MÉXICO.- Frío, desolado ambiente, la Terminal 2 del aeropuerto Benito Juárez asemejó un funeral en el arribo del Tricolor Sub-20. Los jugadores vistieron de negro, como en luto luego de haber sido eliminados de la competencia y por consecuencia del Mundial de la categoría en Indonesia 2023 y de los Juegos Olímpicos de París 2024, ese es el torneo que más les duele a ellos y a los directivos.
El equipo no iba a volver tan rápido, por eso les costó encontrar boletos de avión el jueves, un día después se realizó el viaje.
El vuelo tuvo demoras, casi una hora de retraso, hasta eso les dio la espalda a los tricolores, luego, aterrizaron y otra media de hora de espera en la aduana.
Reporteros, camarógrafos y fotógrafos los esperaron pacientes. Los futbolistas salieron en fila y al mismo tiempo. El cubrebocas tapó medio rostro de todos, pero su desánimo fue visible. José Eulogio, Jesús Alcántar, Rafael Palma, Emilio Martínez, Karel Campos, Bryan Alonzo, Jesús Hernández, Isaías Violante y Esteban Lozano avanzaron entre las luces de las cámaras. Nadie ofreció palabras a los medios de comunicación.
Los jugadores caminaron despacio y se dirigieron a los elevadores de la terminal aérea, algunos levantaron la vista, pero la incertidumbre reinó. Errar cinco penaltis frente a Guatemala provocó la vergüenza de todo el plantel. Los reporteros los rodearon hasta que subieron al hotel que está en el interior del mismo lugar.
Luis Pérez fue el último en salir, el joven estratega fue el más afectado, Lucho caminó con la mirada perdida, el fracaso en Honduras lo marcó de por vida.
Los medios presentes le insistieron en dar declaraciones, pero Luis permaneció en silencio.
Las cámaras lo siguieron hasta que llegó al estacionamiento de la terminal aérea, perseguirlo fue en vano, el estratega mantuvo su postura.
La continuidad de Luis está en análisis, eso fue lo que comentó Gerardo Torrado el jueves, sin embargo, su cargo al frente del Tricolor Sub-20 pende de un hilo. En 2008 a Hugo Sánchez lo despidieron por no lograr el boleto a los Juegos Olímpicos de Beijing. Pérez sabe que eso le puede suceder.
Luis salió por el estacionamiento, los jugadores subieron al hotel y en ese instante se rompió la concentración. Los futbolistas deben reportar con sus clubes, dejar atrás lo sucedido en Honduras y seguir sus carreras, la mancha no se les va a quitar, pero su trayectoria recién inicia.
El ruido del aeropuerto, las voces que siempre están, el ajetreo, personas que llegan y personas que se van, contrastaron con el silencio sepulcral de los seleccionados.
El Tricolor Sub-20 regresó antes de lo previsto y con las bolsas vacías.
