En los despachos de Chamartín se frotan las manos con el equipo de la próxima temporada: 26 años de media y mismo dibujo. Con Courtois, Militao… Davies y Mbappé. Favorito a todo
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MADRID.- Como en ‘Dejar el mundo atrás’, se acerca un transatlántico. Aún parece lejano, pero cada día está más cerca. Parece imparable, inevitable. Y si han visto la película, ya saben cómo acaba. La realidad es que el Real Madrid, a día de hoy, tiene el asunto bastante atado y en el PSG dan por cerrada la operación. Los Galácticos, ‘Vol II’. Aunque con matices: aquellos fichajes se asomaban a la treintena (Zidane llegó con 29 y Figo con 27, por ejemplo) y los actuales no superan los 25. Esta ‘era’ es más joven (26 años de media) y está diseñada para gobernarlos a todos. Cuatro nombres decretan la euforia: Courtois, Militao, Davies y Mbappé. Estrellas que, según los informes astronómicos, apuntan a alinearse en verano. Alerta de supernova.
A ellos debe sumarse el regreso de dos pesos pesados: Courtois y Militao. El portero se rompió el ligamento cruzado de la rodilla izquierda… y tuvo aún más mala suerte, porque quedó afectado el menisco. Fuera toda la temporada, aunque a estas alturas no se descarta que pueda estar operativo en torno a mayo (quién sabe si una hipotética jornada 38 sin nada en juego, por ejemplo, para quitarse una espinita y llevarse una ovación cariñosa). Pero no se cuenta con él para partidos de enjundia. Militao se rompió el mismo cruzado, pero en su caso el menisco salió ileso, así que apunta a tener el alta competitiva sobre finales de marzo. En cualquier caso, cuando ambos estarán de vuelta y al 200% es en la temporada que viene.
Idéntico dibujo
Ahí nacerá la constelación de estas cuatro estrellas, con siete más. Un Real Madrid favorito a todo por decreto. En defensa, escoltando al belga, estarán Carvajal, Militao, Rüdiger y Davies. El caso del alemán supondrá un nuevo pulso, esta vez con Alaba, pero su excepcional temporada le está sumando puntos para consolidar el sorpasso. A partir de aquí, nace el quid de la cuestión: en el Real Madrid se considera que el debate sobre dónde poner a Mbappé es absurdo, pues encaja sin problemas en el actual dibujo. Así pues, Ancelotti podrá mantener su 4-4-2 (que muta entre el rombo y los extremos).
Kroos… ¿Si renueva?
En el pivote deberá tomarse una decisión definitiva: Camavinga o Tchouameni. Si bien a Carletto siempre le ha convencido el segundo, el favorito de la afición es claramente el primero. Sólo uno podrá escoltar a Kroos, al que de momento sigue pareciendo difícil verle colgar las botas en cuatro meses (“si lo hace… tendría carácter, huevos”, exclamó Ancelotti, al son de todos). El centro del campo seguiría siendo suyo el curso que viene, con Valverde escorado hacia la derecha y Bellingham, entre la izquierda y la famosa mediapunta.
Vinicius-Mbappé
El gran damnificado sería Rodrygo, pues Kylian jugaría en su puesto, formando tándem con Vinicius. Ancelotti les dará libertad, como está haciendo ahora con los brasileños. Vía libre para caer a banda, bajar a recibir o permutar. Para crear. Ejercerán de referencias de un equipazo mayúsculo… con un banquillo espectacular: Lunin, Alaba, Tchouameni (o Camavinga), Güler, Brahim, Rodrygo o Endrick. Lo que está formando el Real Madrid es un bloque histórico, digno de marcar una época. Y lo sabe. Aunque todo el mundo también sabe que los nombres no ganan títulos por sí solos. Ese engranaje de oro, luego, deberá funcionar. Pero, por lo pronto, el transatlántico se acerca. Como en la película.
