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EL COMENTARIO DE HOY

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POR: ANTONIO GONZÁLEZ

 

¿LISTOS PARA LA CARNITA ASADA?

 

Se afinan los detalles para lo que será el Festival de la Carne Asada 2023, mismo que se realizará en las instalaciones de la Asociación Ganadera y Feria de Sabinas los días 10 y 11 de marzo, una tradición que pone a Sabinas y a Coahuila en un plano mundial.

La licenciada Azucena Ramos posteó en redes sociales una reunión para ver detalles con el organizador del evento Anuar Yutani y en donde se espera la presencia de exponentes de talla internacional, así como jueces de primera línea mundial.

Sabinas en plano internacional.

 

Y ROSITA, NO SE QUEDA ATRÁS

 

¿Sabían ustedes que la construcción del Estadio de Rayados de Monterrey el BBVA, la obra estuvo bajo el mando de un ingeniero civil neorrositense?.

Así es, es el ingeniero Francisco Terrazas Flores, mejor conocido por sus amigos en Nueva Rosita como “El Poda”, él fue el ingeniero civil en jefe de la obra del BBVA de Rayados de Monterrey.

Y por si fuera poco, también fue el ingeniero civil en jefe de la obra de la construcción del Salón de la Fama del Beisbol México, también en Monterrey Nuevo León.

Mucha calidad neorrositense.

 

EL PODER DE LAS PALABRAS

 

Había una vez un niño que tenía muy mal genio. Todos los días se peleaba con los compañeros de colegio, con sus padres, con su hermano… un día,  su padre decidió hacerle un regalo. El niño, al ver el paquete, lo desenvolvió con gran curiosidad y quedó sorprendido al ver lo que contenía en su interior: una caja de clavos.

Al ver la cara de asombro del niño, el padre le pidió: “cada vez que pierdas el control, cada vez que contestes mal a alguien y discutas, clava un clavo en la puerta de tu habitación”.

El primer día, el niño clavó 37 clavos en la puerta. Con el paso del tiempo, el niño fue aprendiendo a controlar su rabia, pues le era más fácil controlar su temperamento que clavar los clavos en la puerta. Finalmente llegó el día en que el niño no perdió los estribos y no tuvo que clavar más clavos.

El padre orgulloso, le entregó al niño otro regalo. En esta ocasión, el paquete contenía unas tenazas. Ante el asombro del niño, el padre le sugirió que por cada día que pudiera controlar su genio, sacase un clavo de la puerta.

Los días transcurrieron y al cabo de un tiempo el niño logró quitar todos los clavos de la puerta. Conmovido por ello, el padre tomó a su hijo de la mano y lo llevó hasta la puerta, y con suma tranquilidad le dijo: “Has hecho bien,  pero mira los hoyos… la puerta nunca volverá a ser la misma. Cuando dices cosas con rabia, las palabras dejan una cicatriz igual que esta».

El niño comprendió la enseñanza de su padre y descubrió el poder de las palabras.

 

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