Alves fue titular, jugó todo el partido y al minuto 90 salvó a la UNAM; evitó el ridículo de perder en casa en su estreno en Liga MX
Medio tiempo
Ciudad de México.- El debut de oro para Dani Alves tuvo que llegar hasta el minuto 90 cuando tomó el balón en el tiro de esquina y mandó un centro al corazón del área, donde apareció Nicolás Freire para rematar el balón y conseguir el único gol de Pumas ante Mazatlán.
Fue un guión de película porque la fiesta había sido completa en el Estadio Olímpico Universitario en las gradas, pero no llegaba el gol y cuando parecía que todo terminaría en un desabrido empate sin goles, apareció la magia del brasileño para meter su primera asistencia en la Liga MX.
Por cierto, que Alves trae suerte en los debuts, pues con Sao Paulo en 2019 también arrancó con una victoria en su primer partido en el Morumbí.
Pumas apostó a todos sus recursos en el campo, con Eduardo Salvio por la punta derecha, Gustavo del Prete por el costado izquierdo y Juan Dinenno por el centro, pero ninguno pudo marcar diferencia ante un ordenado equipo Cañonero que solo pudo ser superado en táctica fija.
En los primeros 20 minutos, los Pumas fueron un vendaval que hacía paredes, desbordes y donde Dani Alves lució con cambios de juego y pases filtrados, pero nada surtió efecto en esos primeros minutos del brasileño que fue apapachado por la afición de principio a fin.
Por cierto, que Andrés Lillini optó por utilizar a Alves como mediocampista al lado de Higor Meritao y de Leo López y le salió bastante bien mientras Alves tuvo energía, pero al pasar los minutos y conforme resintió el cansancio, la media cancha de Pumas fue perdiendo creatividad.
Aún así, Lillini decidió sostener a Alves hasta el final y tuvo su recompensa porque de la magia del exjugador del Barcelona llegó el pase que le dio tres puntos a los auriazules, que según sus directivos ahora sí pueden pelear el título
Mazatlán logró pegar un solo susto en toda la noche y fue una jugada de Nicolás Benedetti que acabó en gol, pero el cuerpo arbitral decidió anularlo por fuera de lugar. El susto fue anulado.
El «Cómo no te voy a querer» comenzó a retumbar en las gradas del Olímpico, que fue testigo del inicio de una nueva época, con otra noche mágica en CU.
