Chano espera que su hermano menor “Marro” salga con bien del pozo

– “Es el menor de la familia, fuimos 10 hermanos; ya una hermana falleció”

-En su juventud Margarito fue militar

-Un abuelo consentidor

Por: Cristina Flores Cepeda

Sabinas, Coah. – Con gran cariño Rogaciano Rodríguez Palomares espera que su hermano menor, Margarito, logre salir con bien del pozo donde quedó atrapado junto con otros nueve compañeros trabajadores desde el miércoles 3 de agosto. “Fuimos diez hermanos; ya no tenemos ni mamá ni papá, nada más quedamos nosotros. También una hermana se murió, así que somos nueve y Margarito es el menor; siempre decían que era el consentido de mamá y también mío que soy de los mayores”.

“Tan pronto supe lo que pasaba me vine para acá y aquí estamos; su esposa Mary está allá adentro y también mi hermano Gabriel ha permanecido pendiente mis hermanas, todos”. Recuerda que Margarito de niño siempre fue un niño inquieto pero muy reservado, de pocas amistades y obediente. “Tenemos confianza en Dios que podrá salir con bien del pozo en el que se encuentra atrapado pues es un minero experto y sabe qué hacer en momentos de crisis”.

“Mantenemos una familia unida y a Marro como conocen a Margarito, le gusta comer bien de todo lo que prepara su esposa” y, recuerda un episodio en el cual comieron juntos chiles rellenos en su domicilio que preparó Mary, su cuñada. “Siempre fue muy callado, no tenía muchas amistades, se quedaba en su casa, trabajaba siempre para traerle comer a sus hijos, a sus nietos porque ya es abuelo y con sus nietecitos le gustaba convivir mucho; se le casó la muchacha que es muy risueña, siempre muy juguetona conmigo y le gusta convivir; así les echó vueltas y a su hijo, no le voy a permitir que entré a trabajar a los pozos, lo voy a estar vigilando”.

Voltea a la lejanía y señala que a Margarito antes de casarse le gustaba el baile pero desde que se casó se dedicó a su familia, a su esposa e hijos y trabajó una temporada de su vida en el ejército, en el 14 regimiento con base en Múzquiz y lo mandaron para diferentes partes de la República; “se aventó algunos años pero luego ya no le gustó y entro a trabajar a los pozos de carbón”. Chano también trabajo en los pozos, pero ahora ya no, cuando más joven dice que le gustaba trabajar en esos lugares, pero ahora ya no y reconoce que siempre ha sido mucho el riesgo que se corre y el peligro se detecta. “Cuando había agua de inmediato nos salíamos y el que debe verificar las condiciones del pozo primero es el gasero para que diga si hay o no gas, así como que no haya filtraciones de agua y que el terreno no esté en flojo pues puede ocurrir algún derrumbe”.

Mencionó que él vivió una experiencia difícil porque estuvo rato en el Seguro Social debido a que quedó atrapado en medio de dos tubos y le cayó encima una piedra; fue en el barrio 4, allá por los cocedores, algo que le llaman un “tapón”, pero logró salir adelante. Recordó que su padre también siempre fue de mucho trabajo primero en el carbón, pero luego ya se puso a criar sus animalitos y ya no quiso bajar a los pozos.

Espera que apoyen lo más posible a los rescatistas y dice que uno de sus sobrinos siempre ha permanecido ayudando a este tarea para rescatar a Margarito. Comenta que cuando ocurrió la inundación de este pozo se dio cuenta en la tarde que le avisó su yerno y es cuando decidió acudir a este lugar y desde entonces ahí ha permanecido.

“La gente de aquí del barrio 6 espera que salga con bien Margarito porque es una persona que no le hace daño a nadie, se dedica a trabajar y ha sido siempre muy respetuoso y tranquilo. En esta semana se siente su ausencia y nada más nos queda pedirle a Dios que salga con vida”.