“Yo no me voy a ir de aquí sin mi viejo”: Martha María Huerta

-Laura Velázquez frena el rescate

-Ellos son quienes están enterrando en vida a nuestra gente

Por: Cristina Flores Cepeda

Sabinas, Coah. – Martha María Huerta, esposa de Sergio Cruz, señaló la tarde de este domingo que ella no se irá de este lugar (el pozo El Pinabete) hasta que se lleve a su “viejo”. “Nos han traído a puras mentiras, que bajan, que suben; es lo mismo, un buzo bajó, pero cuando salió se fue a la ambulancia a checarse, no nos dijeron por qué, pero para nosotros es claro: tienen miedo. Los mismos trabajadores de aquí les han dicho que están dispuestos a firmar una carta para liberarlos de responsabilidad, para deslindarla de todo compromiso, pero ni así quieren; les hemos dado opciones, pero es ella, la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, que no quiere. Desde el primer día le dije que la teoría la traen ellos, pero la experiencia es de los carboneros, los expertos no saben nada, les da miedo bajar. Han venido gente de cerca a apoyar porque saben, pero es ella quien da la orden y los ingenieros; no los dejan. Nos tienen con las manos atadas”.

Queremos alzar la voz -dijo- y esperamos que llegue alguien que en realidad se ponga la mano en el corazón, porque ellos nos traen a puras mentiras, puras largas; “ya le dije en su cara que si nosotros tenemos la esperanza y la fe que ellos estén vivos usted ya los mató, fue usted y contra usted nos vamos a ir. Obviamente ella dice que no, pero no da la orden que entren rescatistas locales. Quiero que quede bien claro esto: si antes cuando empezó esta tragedia, no quisimos los familiares dar alguna entrevista no fue porque nos amedrentaron ni porque nos compraron, ni nada de eso, sino que queríamos que ellos actuaran, pero al ver que ya pasó más de una semana, ya no, es momento de hablar y espero que esto llegue al presidente de la República. Que ya ponga cartas en el asunto, que venga a ver a sus expertos, porque aquí para nosotros los que conocen son los propios carboneros”.

Martha se hace fuerte, muy fuerte, pero sus profundos ojos negros delatan el sufrimiento que lleva a cuestas. La vimos llegar el miércoles tres de agosto y cuando le preguntamos a quien tenía en el lugar nos contestó que a su esposo. Llegó sola y desde entonces entró al lugar como ahora, decidida y esperanzada. “Hay gente con experiencia ya retirados y jóvenes que también saben. Yo no me he retirado y no me voy a ir; me baño aquí mismo, no me voy a ir sin mi viejo. Tenemos tanta fe y esperanza que estén vivos, pero, así como ellos se están poniendo, ellos mismos los matan. Y no tengo miedo en decirlo porque es lo que están haciendo. Ahora nos salieron con otra: que de la mina donde está entrando el agua es 100 veces más grande que esta. Y le dijimos que porque no nos dijo eso desde el día uno. Y ella argumentó que se lo dijo al presidente, pero no ha nosotros. Nos traen a puras largas, no sé qué esconden. A la mejor quieren tomar represalias con nosotros cuando dimos la conferencia de prensa. Solo espero que en esta ocasión sí se haga justicia, que el gobierno tome cartas en el asunto”.

Mencionó que ayer cuando salieron a dar el informe iban super molestos con ellos. “Uno de ellos hasta contestándonos golpeado, y ya averiguando quién es les diré el nombre preciso. Hasta la coordinadora nacional de protección civil le dijo que se callara. Lo único que queremos es que ya los saquen, no queremos más mentiras, ni más largas, andan con eso de que suben y bajan. En fin. En un informe que nos dio ella, estando el buzo a un lado yo le dije que qué estaban esperando que el agua les llegara a los buzos a los tobillos y ella me respondió que sí. A la mejor la gente que traen tiene algo de experiencia en minas, pero aquí son pozos de carbón. Para qué quieren tantos militares, de la marina y buzos si no sirven para nada y ellos son quienes están enterrando en vida a nuestra gente porque si ellos todavía están vivos, le dan largas ellos. Ahorita ni siquiera nos dio fecha para bajar. Ella se va, hasta mañana regresa ya descansada”.

“Ya no tenemos tiempo de estarlos esperando, es mucho el cansancio no tan solo físico sino mental; con nuestros dolor, coraje e impotencia; con muchas ganas de verlos; ya nos cansamos, lo que queremos es estar con ellos, cada uno, con sus seres queridos, pero eso es cosa que no les interesa y argumentan que hacen lo humanamente posible y no es cierto porque yo estoy adentro. Yo me hago dura, todavía no he llorado, no quiero llorar, me hago fuerte, pero el resto de las familias sí; ahorita que nos dieron el informe soltaron el grito muchas de ellas y se entiende. No he querido llorar porque tengo la fe y la esperanza que con estas entrevistas que yo estoy dando, venga alguien con suficientes para decir aquí estoy y se van a sacar, que alguien tome esa decisión esa es la esperanza… la esperanza en Dios. Solo el de arriba sabe”.

“Dicen que van a hacer otras estrategias. Lo que queremos son resultados”.