FACTOR
BAHRÉIN.- El Gran Premio de Bahréin de 2025 dejó a Max Verstappen y a su equipo, Red Bull, con un sabor amargo y una serie de interrogantes sobre su rendimiento. A pesar de haber comenzado la jornada del sábado calificando en una discreta séptima posición, Verstappen lanzó un comentario que sonó más como una exageración en ese momento, pero que, tras lo ocurrido el domingo, resonó con una inquietante claridad: «No soy un contendiente para el campeonato de 2025, soy solo un participante más».
Este mensaje, cargado de autocrítica, no solo refleja la frustración del piloto neerlandés, sino también las serias dificultades que el equipo de Milton Keynes está enfrentando. A pesar de ser el actual campeón del mundo en las últimas ediciones de la Fórmula 1, Verstappen no logró mejorar más allá del sexto lugar en la competencia, quedando completamente fuera de la lucha por el podio. La situación de Red Bull fue aún más preocupante al observar su rendimiento en los pits, algo que, hasta ahora, les había dado una ventaja competitiva. En esta ocasión, las dos paradas en boxes fueron desastrosas, un indicio de que el equipo no estaba funcionando con la misma eficiencia que lo hacía en temporadas pasadas.
Tras cruzar la línea de meta en el Circuito Internacional de Bahréin, Verstappen no escondió su descontento y calificó su actuación como una «catástrofe». En declaraciones a los micrófonos de Sky Sports F1 Alemania, el cuatro veces campeón del mundo no dejó margen para el optimismo: «Todo salió mal, absolutamente todo», lamentó el piloto de Red Bull. A pesar de la difícil situación, Verstappen destacó que su única acción destacable fue la lucha por el sexto lugar en la última vuelta, donde logró adelantar al Alpine de Pierre Gasly, un intento por salvar lo que pudo ser una de las peores jornadas para él y su equipo en años.
Los problemas no solo fueron de estrategia, sino también técnicos. Verstappen reveló que el equipo decidió apostar por los neumáticos duros en la parte intermedia de la carrera, pero estos no ofrecieron el rendimiento esperado, algo que condenó al piloto a una remontada casi imposible en las últimas etapas de la carrera. «Los neumáticos duros no funcionaron en absoluto», explicó, mostrando la frustración por la falta de rendimiento del RB21, un coche que, en principio, se esperaba estuviera entre los más competitivos.
El análisis posterior de la competencia fue aún más sombrío. Verstappen dejó claro que, aunque se hubieran tomado decisiones diferentes en cuanto a los neumáticos —como usar dos juegos de compuestos medios— el resultado probablemente habría sido el mismo. «Este es el máximo que podríamos haber logrado hoy», dijo con resignación, apuntando a la falta de competitividad general del monoplaza en comparación con otros equipos, lo que dejó ver la magnitud del reto al que se enfrenta Red Bull en esta temporada.
Con su sexto lugar, Verstappen rompió una racha impresionante, siendo la primera vez en la temporada en que no se encuentra entre los cinco primeros. Este resultado, además, tuvo un impacto directo en el campeonato de pilotos, donde el neerlandés cayó al tercer lugar con 69 puntos, siendo superado por Lando Norris, quien ahora lidera con 77 puntos. Esta caída en la clasificación ha aumentado aún más las dudas sobre el rendimiento de Red Bull, que, a pesar de ser uno de los equipos más exitosos de los últimos años, se encuentra luchando por mantener su supremacía.
El propio Verstappen fue claro en cuanto a la necesidad de una respuesta rápida por parte del equipo: «No podemos permitirnos seguir por este camino. Necesitamos mejorar y encontrar soluciones rápidamente si queremos seguir siendo competitivos». La reacción de Red Bull en las siguientes carreras será crucial no solo para la continuidad de su dominio, sino para la estabilidad de su proyecto en el largo plazo.
