La anciana respondi?: a 1 peso el huevo, se?ora.
Ella le dijo: «Tomar? 6 huevos por 5 pesos o me ir?.
La anciana vendedora respondi?: «Esta bien se?ora, ll?velos al precio que usted quiera». Puede ser, que este sea un buen comienzo, porque hoy no he podido vender ni un solo huevo.
Ella tom? los huevos y se fue sintiendo que hab?a ganado. Se subi? a su autom?vil y se fue a un elegante restaurante con una amiga.
All?, ella y su amiga, ordenaron de la carta, lo que m?s les gustaba. Comieron un poco y dejaron mucho de lo que ordenaron. Luego ella fue a pagar la cuenta. La cuenta le sali? $380.00 Ella dio $400.00 y le pidi? al due?o del restaurante que se quedara con el cambio.
Este incidente podr?a haber parecido bastante normal para el propietario pero, muy doloroso para la pobre y anciana vendedora de huevos.
La cuesti?n es:
?Por qu? siempre demostramos que tenemos el poder cuando compramos a los necesitados? ?Y por qu? somos tan generosos con aquellos que ni siquiera necesitan nuestra generosidad? ?Por qu? nos gusta tanto vivir de las apariencias?
Mi padre sol?a comprar productos simples a los pobres a precios altos, aunque no los necesitaba. A veces sol?a pagarles m?s.
Me preocup? por este acto y le pregunt? por qu? lo hac?a. Entonces mi padre respondi?: «Es una caridad envuelta en dignidad, hijo m?o»
S? que la mayor?a de ustedes no compartir?n este mensaje, pero si sienten que la gente necesita ver esto, dif?ndanlo.
Cuando regatees a los comerciantes, acu?rdate de regatear en Walmart.