INCONGRUENCIA Y DESARRAIGO
Cómo qué estas palabras caen como sobrepeso a muchos candidatos a diputados locales, principalmente en las listas de pluris.
Hay personas y personajes con dos y hasta 3 credenciales de elector vigentes, créalo, basta quitar o cambiar una letra o mes o día de nacimiento y ¡eureka! Ya es otra persona, ante el INE.
Los rastros antropométricos se pueden modificar, desde huellas digitales, hasta profundidad del iris, todo es posible.
Por eso hay quiénes reclaman posición por grupos “vulnerables”, edad, etnia indígena, u orientación sexual.
Esta última es la más fácil, basta declararse homosexual en ambos casos, femenino o masculino, incluso mostrar un acta de unión civil, como sociedad conyugal, no importa el tiempo de unión.
Estos casos se están presentando, como el caso de Valeria Flores Gauna, es de Nuevo León, pero con una residencia “virtual” en Coahuila, que quién sabe quién se la concedió.
Una persona, de la comunidad lésbico gay, Karina Salas (en unión comprobada con su pareja fémina), reclama que Valeria jamás ha pertenecido a esta comunidad, ni se ha manifestado como tal, que miente y además su residencia en Coahuila no existe, es apadrinada por el candidato del PT y por el líder nacional del mismo Alberto Anaya, jamás por alguna persona reconocida de esta comunidad, su identidad es falsa y aún así la apoyan.
HDELAF