«Siempre mantuvimos la fe»: Angélica Montelongo
Por: Cristina Flores Cepeda
Sabinas, Coahuila. – En medio del pesar que acompaña a la pérdida de un ser querido, Angélica Montelongo se aferra a la esperanza y la fe que nunca abandonaron a su familia durante la búsqueda de su hermano Jaime Montelongo Pérez, conocido cariñosamente como «Pino». En una emotiva entrevista, Angélica comparte los sentimientos encontrados que han marcado este difícil período para la familia Montelongo Pérez, cuyo arraigo en el barrio 2 de la Villa de Agujita es profundo y significativo.
«Los sentimientos son encontrados», admite Angélica con sinceridad. «Por un lado, experimentamos una sensación de alivio y felicidad al saber que finalmente tendremos un lugar donde reposar a mi hermano. Podremos visitarlo, llevarle flores y sentir su presencia de una manera más tangible. Pero al mismo tiempo, la tristeza nos embarga al reconocer que hemos perdido un pilar fundamental en nuestra familia», añade con un tono de nostalgia en su voz.
Desde hace un año y ocho meses, la familia Montelongo Pérez ha vivido en una constante incertidumbre, a la espera de noticias primero sobre la ubicación de su cuerpo, luego la identificación. Angélica relata cómo estuvieron pendientes de cada avance en la búsqueda, manteniendo viva la esperanza incluso en los momentos más difíciles. La fecha del 27 de diciembre quedó marcada en sus corazones, cuando se encontraron los primeros restos, seguidos por descubrimientos posteriores el 29 de ese mismo mes y en enero.
«Durante todo este tiempo, nos aferramos a la fe y la convicción de que, entre estos primeros cuerpos localizados, estaba mi hermano», explica Angélica con determinación. «Fue una espera angustiosa, llena de incertidumbre y dolor, pero nunca perdimos la esperanza. Y ahora, finalmente, esa espera ha llegado a su fin», añade con un dejo de alivio en su voz.
La tarde de este miércoles será un momento de despedida y honra para la familia Montelongo Pérez, cuando se reúnan en la capilla de Agujita para velar a Pino. Angélica comparte que entre quienes participaron en la identificación se encuentran su cuñada María Elena Chávez, esposa de Pino, sus dos hijos y una hermana de Jaime, destacando la importancia del apoyo familiar en momentos tan difíciles.
La historia de la familia Montelongo Pérez es un recordatorio de la fortaleza y la resiliencia que puede surgir incluso en los momentos más oscuros. A través de la fe, el amor y el apoyo mutuo, han logrado sobrellevar esta difícil travesía y encontrar un sentido de paz y cerrar un ciclo en medio del dolor.
