
Regresan a casa sanos y salvos cinco sabinenses
Regresan a casa sanos y salvos cinco sabinenses
Por: Cristina Flores Cepeda
Sabinas, Coahuila. – Entre engaños y amenazas un grupo de cinco sabinenses logran regresar a casa después de esta odisea en la que fueron enganchados con la promesa de un empleo bien remunerado que solo fue una mentira y al percatarse ellos y reclamar, la empresa que se los llevó los dejó a la deriva y en la calle en Mérida Yucatán.
Juan de Dios Arguijo Nájera, Isaías Francisco Alcalá Martínez, Jorge Torres Rivera, Alfonso Valdez Mercado y Cristopher Moreno son quienes viven para contar todo lo que enfrentaron en esta semana, pues justo el viernes 11 de agosto a las 8:30 de la noche salieron de Sabinas en busca de un sueño.
Gisela Nájera Lozano, Carmen Rivera, San Juanita Torres, Sandy Liñán, Cristina Nava Rivera y Silvia Martínez son las amas de casa que se decidieron a pedir apoyo a la alcaldesa Diana Haro Martínez para poder tener de regreso a sus seres queridos. Hoy por la noche llegarán a la central de autobuses donde serán recibidos por sus familias.
Ellos les narraron a sus familias que cuando llegaron firmaron los contratos donde no se especificaba el salario que iban a percibir, pero como a ellos les habían dicho que serían 5 mil pesos, no tuvieron alguna duda en confiar, pues la persona que los llevó los había contratado antes para la construcción del cuartel de la Guardia Nacional que se ubica en la Villa de Agujita.
Dijeron desconocer el nombre del ingeniero y de la empresa constructora, más que nada por el miedo ya que fueron amenazados al estar en Mérida por quienes se los llevaron y, además, al momento que sus compañeros de trabajo les informaron de lo que ellos ganaban, fue cuando se animaron a preguntar por el salario. Su sorpresa fue mayúscula cuando les dijeron que algunos ganarían 1, 500 pesos y ortos 1, 800 y de ahí se les descontaría lo que corresponde al concepto de vivienda y alimentación.
Como los vieron molestos, para cuando ellos llegaron al cuarto que les habían proporcionado, la empresa ya había sacado del sitio la estufa, el refrigerador, lo elemental y fue cuando se fueron rumbo a la central de camiones, con el llamado para que la gente los apoyara y de ahí surgieron las amenazas en su contra. Esa noche una persona les consiguió por 300 pesos un cuarto donde se quedaron a dormir y un pastel que fue lo que comieron.
Hoy la historia para ellos es que por la tarde llegaron a Monterrey y emprendieron el viaje hacia Sabinas, donde serían recibidos por las familias a eso de las 8:30 o 9 de la noche, justo una semana después que salieron de casa.