Hay que proteger nuestros datos, revisando los candados ofrecidos por cada sitio y ajustarlos a fin de garantizar el m?ximo de privacidad
CIUDAD DE M?XICO.
Atravesamos una ?poca donde la tendencia es?publicar nuestra vida en Facebook, Instagram o Twitter: desde relaciones afectivas y d?nde vacacionamos, hasta qu? comemos o d?nde vivimos. Si a esto sumamos el?poco cuidado que tenemos al limitar el acceso a nuestra informaci?n,?entendemos por qu? cada vez hay m?s?hostigadores y acechadores en el ciberespacio, expone Tatiana Sotres, colaboradora del Programa Universitario de Estudios de G?nero (PUEG) de la UNAM.
Seg?n?datos de la Encuesta Nacional Sobre Disponibilidad y Uso de Tecnolog?as de la Informaci?n en los Hogares?(ENDUTIH), elaborada por el Instituto Nacional de Estad?stica y Geograf?a (Inegi), en 2015 hab?a 62.4 millones de usuarios de Internet en M?xico (m?s de la mitad de la poblaci?n del pa?s) y el 71.5 de ellos lo utilizaba para navegar por las redes sociales, cifra que da una idea de la magnitud del problema.
En realidad, proteger nuestros datos no es tan complicado, tan s?lo basta revisar los candados ofrecidos por cada sitio y ajustarlos a fin de garantizar el m?ximo de privacidad, aunque esta medida suele provocar renuencia entre quienes buscan popularidad a toda costa, pues en un af?n de colectar la mayor cantidad posible de followers y likes, estos individuos postean detalles ?ntimos y los dejan en sus muros, a vista de todos (personas sin escr?pulos incluidas)?, a?ade.
Entre los sujetos de?seis a 17 a?os?consultados en la ENDUTIH, el?70.02 por ciento se dijo usuario de Internet,?algo que preocupa a Sotres ya que?este sector poblacional es particularmente vulnerable?a predadores.
Existe un fen?meno conocido como?grooming,?en el cual un adulto aprovecha la vulnerabilidad de los menores de edad e intenta ganarse su confianza ?muchas veces mediante personalidades falsas?, a fin de que ?ste le mande fotos ?desde convencionales hasta de ?ndole sexual? o procurar un encuentro cara a cara, que puede devenir en secuestro o estupro?, acota la tambi?n periodista.
Otro peligro es el?ciberacoso entre compa?eros de escuela. Al respecto, la?Organizaci?n para la Cooperaci?n y el Desarrollo Econ?mico?(OCDE), en su Estudio Internacional sobre Ense?anza y Aprendizaje (Talis, por sus siglas en ingl?s), se?ala a?M?xico como primer lugar en?bullying?y gran parte de ?ste se da a trav?s de las computadoras.
?Finalmente est? el?sexting, que no deber?a implicar problema si se realiza entre adultos y de forma consensuada. Los inconvenientes surgen cuando una de las partes viola esta confianza y sube dicho material a las redes, lo que provoca tal da?o que muchos afectados han cometido suicidio?, expone Sotres.
Sobre qu??medidas?adoptar para evitar hostilidades, Sotres enumera:?no aceptar peticiones de amistad de desconocidos o de individuos sin foto de perfil; no dar?follow back?en Twitter a cualquiera; elevar al m?ximo los filtros de seguridad y privacidad, y nunca publicar datos como direcci?n, tel?fono o cuentas bancarias.
Los marcos para normar la conducta de los internautas son escasos ?y por ello usualmente recurrimos al viejo argumento empleado cada vez que las leyes parecen insuficientes: nos deber?an educar mejor en casa?. Quiz? esto sea ?til y nos genere algo de responsabilidad social, pues me niego a creer que el humano s?lo se porta adecuadamente si est? frente a una autoridad que lo amenaza?, se?ala.
No obstante, Sotres admite que es ingenuo confiar ?en la buena onda de todo el mundo?. La gente siempre querr? obtener alg?n beneficio del otro, pero en el ciberespacio quiz? podr?amos seguir la m?xima planteada por los creadores de Google al crear su compa??a:?Don?t Be Evil. Si gradualmente adopt?ramos la convicci?n de no ser malos mientras navegamos por la red, ver?amos cambiar muchas cosas?, concluye.
