Blanca González
El director de la Unidad de Medicina Familiar No. 88, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), doctor Asunción Ortiz Sánchez explicó que bajo circunstancias normales todas las personas pierden líquidos a través del sudor, lágrimas, orina y heces, los cuales deben ser remplazados al tomar agua, sin embargo, ante la canícula y el intenso calor en el medio ambiente es necesario fortalecer esta acción.
Explicó que el consumo de agua es de especial importancia durante la temporada de verano cuando las altas temperaturas estimulan la pérdida de líquidos y sales minerales del cuerpo que, si no son repuestos de inmediato, da margen a un cuadro de deshidratación, el cual puede llevar a la muerte de no atenderse correctamente.
Abundó que cuando se presenta algún cuadro de fiebre, diarrea, vómito, al hacer mucho ejercicio o haber una exposición intensa al sol, existe el riesgo de sufrir deshidratación.
En estos casos, el cuerpo manda señales de alarma como decaimiento, boca seca, piel que al pellizcarla se queda levantada, ojos hundidos, llanto sin lágrimas, vértigo y desvanecimiento al ponerse de pie. De no ser atendidos pueden aparecer delirios, inconsciencia y en casos extremos la muerte, informó el médico.
En el caso de los bebés, la deshidratación presenta síntomas como: mollera hundida, poco o nada de orina, demasiado vómito y/o evacuaciones líquidas y mucha sed.
El director de la unidad abundó que lo esencial es el consumo de agua ya que este líquido es el mejor hidratante para el organismo, al mismo tiempo que aporta minerales y como es libre de calorías y grasa no genera sobrepeso, obesidad o caries dental como los refrescos y las aguas de sabores.
