Realizan exorcismo en Frontera; diócesis de Saltillo lo avaló
BERTHA LÓPEZ | FACTOR
FRONTERA, COAH. – Lejos de los estereotipos cinematográficos y las escenas sensacionalistas, el exorcismo continúa siendo parte del ministerio de la Iglesia Católica, aunque bajo estrictas normas y con un enfoque responsable. Así lo afirma el padre Paulo Sánchez Valencia, párroco en la comunidad del Verbo Encarnado en Frontera y exorcista designado por la Diócesis de Saltillo.
Con más de dos décadas de experiencia sacerdotal, el padre Sánchez asegura que este rito sagrado solo se practica tras una profunda evaluación. “Antes de hablar de posesión, se deben agotar todas las posibilidades médicas y psicológicas. Solo cuando esas rutas no explican ciertos comportamientos y se detectan signos concretos, se considera iniciar el proceso espiritual”, explicó.
El camino hacia un exorcismo no es corto ni impulsivo. Puede tomar años de acompañamiento terapéutico y discernimiento espiritual. “No se actúa por impulso ni por temor. Solo con autorización expresa del obispo se puede proceder. Esto requiere una certeza moral de que estamos ante una presencia demoníaca real”, puntualizó.
Recientemente, el sacerdote llevó a cabo su tercer exorcismo en 20 años. El caso, relató, involucró a un hombre entre 50 y 60 años, quien durante su juventud incursionó en prácticas de santería y satanismo. “Cuando quiso alejarse de eso, no cerró completamente la puerta. Años después, el mal regresó con más fuerza”, compartió.
Durante el proceso, que se extendió por año y medio, se manifestaron signos físicos inusuales: desde moretones inexplicables hasta reacciones violentas ante símbolos religiosos. Finalmente, con el respaldo eclesiástico, se realizó el rito en la parroquia.
El resultado fue esperanzador. “Hoy, esa persona está en paz, vive con su familia y asistió a misa al día siguiente. Aún recibe acompañamiento espiritual para continuar su recuperación”, señaló el padre.
El sacerdote también advierte sobre una percepción errónea que muchas personas tienen sobre el exorcismo: buscan soluciones inmediatas a problemas complejos. “La sanación exige fe, perseverancia y apertura. No hay atajos. El mal existe, pero Dios actúa con más poder cuando encuentra corazones dispuestos”, concluyó.
