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Real Madrid sigue celebrando en LaLiga, ahora goleando 5-0

Real Madrid sigue celebrando en LaLiga, ahora goleando 5-0

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ESPAÑA.- Real Madrid sigue en Cibeles. Con el título bien ganado y bien celebrado, su final de Liga es una especie de gira de verano previa al partido más importante del año, el del 1 de junio ante el Dortmund en Londres. Ante el Alavés, Carlo Ancelotti tiró de fijos para Wembley con la sola excepción de Rüdiger, al que no se echó de menos. Las opciones de los vitorianos casi se esfumaron a los dos minutos, tras una doble parada de Courtois ante Samu.

El partido duró lo que tardó Kroos en decidir agarrarlo por las solapas y mecerlo de izquierda a derecha desde la sala de mandos. Si en Cibeles Ancelotti le acusaba de haber fallado un cambio de orientación en Granada y el alemán prometía entrenarlo al día siguiente, ante el Alavés dio un clínic. De uno de los primeros, que encontró a Bellingham, nació el primer gol, que prácticamente finiquitó el partido. Tocó el inglés buscando la entrada de Carvajal en el primer palo, pero la parábola venenosa acabó dentro. de la puerta de Owono.

A esas alturas, el Alavés ya había decidido que era mejor parapetarse atrás para evitar ser masacrado. Sólo se rebeló Ianis Hagi, que intentó un gol desde el centro del campo como el que su padre, Gica, hizo en este mismo estadio, ante Osasuna, hace ya muchos años. El remate del 10 blanquiazul no cogió puerta y fue el preludio del gol de Jude, que volvió a jugar de medio, volcado a la izquierda, muy cerca de Vini, también más pegado a la línea de cal.

A esas alturas el Madrid flotaba ante un rival doblegado, y sus jugadores exprimían todas las vías de entrada del diamante. Hasta el punto de que Bellingham y Vini aparecían por el otro costado para hacer la jugada del segundo gol. Jude diseñó la autopista, Camavinga vio el pase y Vini entró al primer palo para embocar de un toque.

Todo iba rodado para los blancos, empezando por la portería, donde Courtois siguió sumando minutos y recuperando sensaciones, tomando las medidas a esa oficina de la que se ausentó casi un año. Al margen de la intervención inicial ante Samu, el belga dejó otra buena mano ante Hagi, el único visitante que mostró cierta rebeldía, y se mostró solvente en el juego de pies y atinado en la salida de balón. Tampoco estaba siendo un partido demasiado exigente para Thibaut, pero la impresión general es que sigue dando pasos firmes hacia Wembley.

El debate de la portería es tan evidente como la superioridad del Madrid en el Campeonato que toca a su fin, una Liga con varios nombres propios: Lunin (papeleta para Ancelotti), Carvajal, Rüdiger, Kroos, Bellingham, Vinicius… Los focos han pasado algo más por encima de Fede Valverde, el que su nueva posición ha restado exuberancia goleadora. Una cuestión menor para Ancelotti, que tiene al charrúa como jugador fetiche. Para dar más argumentos a su entrenador, el Halcón anotó el tercero de la noche, al filo del descanso, con un derechazo poderoso con esa piedra que esconde en la bota derecha. Le habilitó Bellingham, por cierto, protagonista en las tres acciones que permitieron al Madrid afrontar el segundo acto con el partido resuelto.

El paso por la caseta aplacó al Madrid, que levantó el asedio y se dio a la molicie del ida y vuelta. El que más hizo a los blancos correr hacia trás fue Ianis, empeñado en dejar su marca personal en el Bernabéu. Pero Courtois no estaba por la labor y le negó el gol hasta dos veces más, una de ellas espectacular junto a la base del poste. Por lo demás, Nacho demostrando que no va con España porque su nombre acaba en ‘o’ y no en ‘i’, tónica o atónica, Militao cogiendo vuelo en el cuerpo a cuerpo con el poderoso Omorodion y Kroos siempre soltando o recogiendo cuerda, según demandara la jugada. De otro pase de Bellingham a Vini nació el cuarto y el broche llegó de la botaa de Arda Güler, un chico al que se le caen los goles. Fue el broche de una noche huracanada en el Bernabéu, con todas las miradas puestas en Wembley. Allí apunta el Madrid con pulso firme, viento a favor y un millón de buenas noticias.

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