Por/Factor
México. – Los terribles delitos de Jorge Antonio Iniestra Salas, mejor conocido como ‘El Monstruo de Iztapalapa’, salieron a la luz en 2011, aterrorizando a toda la sociedad mexicana, pues no solamente torturaba y abusaba sexualmente de sus hijastras, sino que también fue capaz de matar a su propia hija sin ningún tipo de arrepentimiento. “No podría considerarme loco, cínico a lo mejor sí”, dijo a medios de comunicación de forma burlona.
¿Cómo inicia la historia de su crimen?
De acuerdo con el “Expediente C4”, presentado por la periodista Michelle Mejía, esta historia comienza en 2004 cuando Clara Tapia conoció a Jorge, quien era un guardia de seguridad en una mueblería y taxista. Ambos se comenzaron a frecuentar hasta tal punto de iniciar una relación sentimental, donde al año siguiente se fueron a vivir juntos a una primaria de Iztapalapa, donde Clara era conserje. En esa institución, la mujer vivía con sus tres hijos, Gabriela, Rebeca y Ricardo. Al meter a la vivienda a su pareja, la convivencia era aparentemente normal, hasta que un día Clara vio a Iniestra abusando de Rebeca, quien en ese momento tenía 12 años, mientras que Gabriela, de 15 años, presenciaba aterrorizada el momento.
“Le teníamos miedo, nos decía que el que le hiciera algo a él o su familia, era capaz de matar, y eso nos lo decía una, dos, tres veces a la semana”, señaló Tapia. Después de este acto, Iniestra golpeaba a Clara y abusaba de sus hijas, a la vez que obligaba a Ricardo a observar cómo violaba a su madre y sus hermanas. No satisfecho con esto, el sujeto sacó de la escuela a sus hijastras y las mantuvo en cautiverio en una habitación con las ventanas tapadas con tabiques y madera, con el objetivo de evitar cualquier tipo de contacto, incluso no les permitía ni salir al baño, mientras que a Ricardo lo mandaba a trabajar, lo golpeaba y lo amarraba desnudo, inclusive lo mandó a dormir dentro de un tinaco.
A pesar de que todos los abusos y violencias que vivían Clara y sus hijos eran un secreto, por amenazas de Iniestra, los padres de familia y las autoridades de la primaria comenzaron a notar actitudes extrañas, por lo que este sujeto decidió llevarse a su “familia” a casa de su mamá. Estando ahí, Rebeca intentó escapar, pero no lo logró porque Iniestra la vio y la golpeó con un tubo en la cabeza, provocando su muerte de manera rápida; sin embargo, el individuo la quiso revivir colocando en su pecho a Ashley, una de sus hijas, pero tal fue la presión que el implicado realizó a la menor que terminó asfixiada.
Ante ahora dos cuerpos inertes, Iniestra quiso “tapar” su delito, enterrándolas debajo de la cama donde dormía su otra hijastra y los otros niños, pero el olor que desprendieron los cuerpos hizo que le pidiera ayuda a uno de sus hermanos para arrojarlos en la carretera México-Puebla. Días después, las autoridades encontraron la bolsa con los restos de las menores e iniciaron una investigación, siendo hasta 2011 cuando Iniestra, su madre y sus hermanos fueron detenidos, esto gracias a que Clara fue a denunciarlo luego de que ella ya no supo nada de sus hijas.
