El Atlético de San Luis entregó un partidazo, mientras Pumas no dejó de perdonar y se limitó a ver cómo los potosinos mostraban contundencia
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CIUDAD DE MÉXICO.- Pumas salió humillado de tierras potosinas. Un opaco plantel auriazul se presentó en el Alfonso Lastras para sucumbir ante el Atlético de San Luis en duelo de ex semifinalistas. Cual relojero suizo, los potosinos sentenciaron el partido a su favor usando la velocidad y la perdición en los contragolpes, tres goles se llevó Julio González en una noche amarga para el Club Universidad Nacional. 3-1 final.
San Luis salió sin titubear, desde los primeros instantes penetraron la línea defensiva de los auriazules con facilidad. La profundidad de su juego llegó por medio de Sanabria y Chávez. La primera media hora fue dominada por los locales, sus constantes llegadas fueron capitalizadas por Leonardo Bonatini al minuto 9.
No conformes con estar arriba en el marcador, los laterales potosinos continuaron con el vendaval de centros al área de Julio González, aunque para su desgracia no lograron aumentar la ventaja en lo que resto de la primera mitad. Pumas dio señales de vida luego de jugar con fuego durante varios minutos gracias un remate de Eduardo Salvio que se estrelló en el poste, la igualada se le negó a los felinos.
UN SEGUNDO TIEMPO CON ESPERANZA FELINA QUE TERMINÓ EN NADA
Para el complemento los Pumas salieron con urgencia por empatar los cartones y lo lograron a los cinco minutos del silbatazo que reanudó el partido, aunque el remate del ‘Tito’ Salvio se dio con el jugador en posición adelantada. El grito de gol en la afición universitaria fue ahogado por el abanderado.
Los capitalinos se lanzaron al frente y cedieron espacios, al contragolpe los rojiblancos aumentaron su ventaja. Dos a cero que les dio tranquilidad durante un par de segundos. Casi al instante Rivas acercó a Pumas en el marcador, aún con tiempo en el reloj desplegaron su arsenal.
Martínez tuvo en sus pies el dos a dos, sin embargo envió el balón muy desviado del arco de Sánchez en la jugada más sencilla que tuvo. Gol fallado, gol en contra, San Luis le repitió la dosis a su rival y otro contragolpe fulminante terminó con Galdames como verdugo de los felinos.
