Piden por lluvias con danza y misa en honor a San Isidro Labrador en Puente Negro
Por: Cristina Flores Cepeda
Sabinas, Coahuila. – Con danza y misa ejidatarios de Puente Negro pidieron por las lluvias a su santo patrono San Isidro Labrador con la esperanza puesta y la fe de que las precipitaciones pluviales llegarán para poder ellos salvar sus siembras y alimentar su ganado, pero, principalmente, contar con el vital líquido para el consumo humano conscientes de que es muy importante que se recuperen los mantos acuíferos. Los ejidatarios se reunieron ante la celebración religiosa que encabezó el párroco Mariano Carrillo quien además aprovechó para algunos bautizos de hermanos campesinos y pedir al Todopoderoso la bendición para estas tierras a las que les urge el agua.
El padre Mariano Carrillo dijo que aquí la comunidad de Puente Negro tiene como santo patrono a San Isidro Labrador y la iglesia lo celebra porque es patrono de los lugares donde se dedican a las cuestiones agropecuarias; cultivos o ganadería. En este ejido, la gente se dedica a la ganadería menor y tienen la confianza de la intercesión de este santo para lograr que se presenten las lluvias y ellos puedan mantenerse de forma productiva.
“Gracias a Dios tuvimos una gran participación hasta algunos bautizos y agradecemos a Dios por esta incorporación de hermanos nuestros en esta comunidad de Puente Negro”; dijo que los domingos acuden a las 4:30 de la tarde a celebrar la misa y este pasado domingo con los diferentes eventos como fue la danza por motivo de San Isidro Labrador, la misa fue más temprano.
«San Isidro labrador, pon la lluvia y quita el sol…» es el rezo que todavía escuchan campesinos cada 15 de mayo esperando que el santo hiciera el milagro y mandara la lluvia. Como cada año, la imploración se hace más evidente ante la sequía que atraviesa la mayor parte del territorio nacional. La historia del santo patrono de los agricultores tiene su origen en España, donde cuentan que el humilde campesino de origen musulmán fue capaz de hacer brotar el agua con tan sólo golpear una roca con una vara. Desde tiempos inmemoriales, el hombre del campo se ha visto en la obligación de buscar métodos para lidiar con el capricho del clima, recurriendo a todo tipo de soluciones, desde científicas, hasta de fe.
