
Piden frenar exceso de velocidad de vigilantes del tren en ejido Puente Negro
Por: Cristina Flores Cepeda
Sabinas, Coahuila. – En una reciente reunión con autoridades y representantes del sector rural, el señor Juan Martín Zamora García, de la directiva del ejido Puente Negro, expuso una problemática urgente que afecta a las familias, al medio ambiente y al patrimonio agropecuario de su comunidad como es la circulación a alta velocidad de los vigilantes que supervisan los trenes que atraviesan su ejido por la vía del ferrocarril.
Zamora García detalló que, al no contar con una carretera pavimentada y tener únicamente un camino de terracería, la situación se vuelve aún más peligrosa. “No hay camino seguro para transitar, todo es brecha. En ese trayecto conviven niños, adultos mayores, aves, ganado caprino y bovino. Es una zona viva, productiva, pero también muy vulnerable”, explicó. Según el testimonio, los vigilantes del tren –que recorren frecuentemente esa vía– lo hacen a velocidades que no corresponden a una zona rural habitada.
“Por más que se les hace el señalamiento, que se les pide disminuir la velocidad, no hacen caso. No respetan lo que les decimos. Hemos sido insistentes, pero hasta ahora no hay respuesta”. Durante el encuentro, Juan Martín aprovechó para hacer un llamado firme y directo para que las autoridades correspondientes tomen cartas en el asunto, que se establezcan sanciones o medidas de control para obligar a estas personas a reducir la velocidad cuando cruzan por zonas pobladas como Puente Negro.
“Lo único que pedimos es respeto y precaución. No estamos en contra del ferrocarril, pero sí queremos que se garantice la seguridad de nuestras familias. Aquí hay niños que caminan por esa brecha, hay animales sueltos, hay cultivos cerca. Un descuido puede costar una vida”, señaló.
En otra información señaló que tras las recientes lluvias registradas se llenaron los tanques y abrevaderos, lo que da un respiro importante a los productores del campo que dependen de las precipitaciones para sus siembras y para el sustento de su ganado. “Gracias a Dios cayeron buenas lluvias, y eso nos ayuda mucho. Nosotros sembramos con agua del temporal, y la que usamos para consumo es de pozo. Ya con los tanques llenos y el abrevadero con agua, empieza bien la temporada. El ganado también lo resiente menos”, comentó con esperanza.
