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En octubre pasado, a instancias del presidente Andrés Manuel López Obrador, el Congreso de la Unión dio al traste con 109 fondos y fideicomisos, para que el gobierno federal pudiese disponer de los 68 mil 478 millones de pesos que contenían.

 

La justificación fue que se manejaban  de forma corrupta. En su conferencia del 8 de octubre, el mandatario fustigó a los legisladores que se oponían a la desaparición de los fideicomisos –“es lamentable que estén defendiendo a ladrones”, dijo– y ofreció dar a conocer, “en diez días”, las pruebas de los malos manejos, “para contestar a esos que la pasan obstaculizando, impidiendo que se lleve a cabo una reforma para terminar con la corrupción”. Eso nunca ocurrió.

 

Entre los fideicomisos que desaparecieron están el Fondo para el Cambio Climático (109 millones de pesos) y el Fondo de Desastres Naturales (6 mil 861 millones de pesos).

 

El Presidente aseguró que la extinción de los fideicomisos no implicaba que el gobierno fuera a abjurar de sus responsabilidades frente a sus beneficiarios. Hoy el país enfrenta una grave sequía en 84% del territorio, como no se veía desde 2011, y que ha dejado imágenes dramáticas como la desecación de lagos y lagunas.

 

Diferentes especialistas advierten que la falta de agua puede causar múltiples problemas sociales, particularmente a causa de la pérdida de cosechas. Esto requeriría echar mano de recursos extraordinarios para apoyar a los agricultores, pescadores y ganaderos afectados por este problema, que se suma a la crisis económica derivada de la pandemia.

 

La cosa es que esos recursos ya han sido destinados a otros efectos. El Fonden –creado en 1996, luego de que se batalló para encontrar dinero público para afrontar las consecuencias de los huracanes Opal y Roxanne– no existe ya.

 

Hoy es la sequía extrema, que tiene a las presas del Sistema Cutzamala por debajo de la mitad de su capacidad. Mañana puede ser una inundación, como la que incomunicó Ciudad del Carmen en 1995. Esos fideicomisos tenían razón de ser, para que actividades esenciales no dependieran de las prioridades presupuestales de una administración.

 

La falta o la sobreabundancia de agua son, en muchos casos, resultado del cambio climático, un fenómeno destructivo que el gobierno de la 4T tampoco ha querido tomar en serio.

 

 

 

 

 

BUSCAPIÉS

 

*If you build it, they will come (si lo construyes, ellos vendrán) susurran voces al granjero Ray Kinsella, urgiéndolo a trazar un diamante de beisbol en su maizal para que vayan a jugar allí peloteros muertos (Field of Dreams, 1989). De eso me acordé al ver en redes sociales las imágenes satelitales de los terrenos en los que se edifica el aeropuerto Felipe Ángeles, en Santa Lucía, Estado de México. En medio del páramo, sobresale un campo de pelota de césped verdísimo. Aún no se sabe si en el aeropuerto de los sueños del Presidente vayan a aterrizar los aviones –él parece creer que sí–, pero al menos ya se puede ir a macanear.

 

*El diputado Saúl Huerta Corona y el senador con licencia Félix Salgado Macedonio están acusados de delitos sexuales similares. Sin embargo, para la organización política en la que ambos militan –Morena–, los presuntos crímenes de uno merecen un proceso de sanción expedito mientras que los del otro pueden ser descartados al punto de declarar fallecida a una de las personas que lo acusa. La conclusión es que, para el partido del gobierno, Huerta es desechable mientras que a Salgado algo se le debe. Uno renuncia a su candidatura y el otro se aferra desesperadamente a ella. Aquí importa el poder, no las víctimas.

 

*En cuatro estados de India –Assam, Kerala, Tamil Nadu y Bengala Occidental– los ciudadanos han ido a las urnas este año para renovar sus respectivas asambleas legislativas. En ese país, las votaciones se realizan por etapas, en muchas fechas. Comenzaron el 27 de marzo y terminarán mañana jueves. Entre esos cuatro estados suman 253 millones de habitantes. Las campañas han tenido mítines con grandes multitudes. Algunos expertos creen que dichas concentraciones han sido un factor en el repunte explosivo de casos de covid. En Bengala Occidental –99 millones de habitantes–, tenían mil casos diarios hace un mes; el 18 de abril ya tenían 12 mil. A tomarse en cuenta.

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