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La saxofonista María Elena Ríos, convertida en símbolo contra la llamada violencia ácida, no escondía ayer su coraje. “¡Claro que estoy enojada, nos quisieron matar!”, reconocía, mientras hablaba con la prensa.

Esta joven mujer, 31 años, fue atacada con ácido en su natal Oaxaca en 2019. El presunto autor intelectual de la agresión, Antonio Vera Carrizal, está en la cárcel, pero ella sigue la lucha para erradicar esa brutalidad contra las mujeres.

La saxofonista estuvo ayer en el Senado acompañada por CarmenSandra y Blanca, todas sobrevivientes a ataques con ácido y agentes químicos que les deformaron no sólo su cuerpo, sino su vida. Arropadas por un nutrido grupo de legisladoras y activistas, encabezado por la senadora Citlalli Hernández, se apersonaron en la sede de la Cámara alta, donde sesiona la Comisión Permanente.

Entregaron a diputados y senadores la llamada Ley Malena, que plantea tipificar como tentativa de feminicidio, y no como lesiones, este tipo de agresiones. “Es necesario que se llegue a entender que no se trata de lesiones porque no son moretones, no son rasguños, no son arañones. Son lesiones que te dejan marcada de por vida”, destacó la saxofonista.

Acompañaron la iniciativa con 45 mil firmas de ciudadanos que apoyan sus demandas, que incluyen también apoyo psicológico a las víctimas y la reparación integral del daño.

La llegada de la Ley Malena a la casa de las leyes no pudo ser más oportuna. El día de ayer fue declarada “constitucional” la Ley 3 de 3 contra la violencia.

En adelante, ningún agresor sexual, deudor alimentario o que haya incurrido en violencia familiar podrá tener un empleo o cargo de elección popular en ninguno de los tres órdenes de gobierno, ya sea municipal, estatal o federal.

* Se ve oscuro el panorama para la oposición de cara a las elecciones presidenciales. No cuenta con una figura competitiva que le haga sombra a las corcholatas. Mucho menos con una propuesta de gobierno atractiva para los electores.

Ayer nos decía el senador Miguel Mancera, uno de los aspirantes del PRD a la candidatura presidencial de la alianza Va por México, que ya van tarde a la cita del 2024.

Alito Moreno, jefe nacional del PRI, habla de tener candidato de la coalición para septiembre próximo. “Vamos retrasados”, comentó Mancera. “Ya para entonces la cuesta va a estar así”, dijo, al tiempo que ponía su mano derecha en vertical.

Las corcholatas están en la pista hace ya un buen rato, ganan terreno. En lugar de unirse en un bloque amplio para enfrentar con éxito a Morena y sus rémoras, el PRI y MC se acusan mutuamente de estar al servicio de la 4T.

La partidocracia no parece muy dispuesta a abrir el proceso a la sociedad. En lugar de facilitar la inclusión de aspirantes —uno por partido y uno más de la sociedad—, pone piedras en el camino. Marko Cortés, jefe nacional del PAN, se aventó la puntada de poner como condición a los aspirantes que recaben ¡un millón de firmas! Para poder ser registrados.

La decisión ya provocó roces entre Lilly Téllez y Santiago Creel, los dos panistas más adelantados en la disputa por la candidatura presidencial.

Allí está el tuit de la citada senadora, donde no sólo plasma su desacuerdo con el requisito del que habla Marko, sino que lo aprovecha para darle un rozón al diputado federal. “Recopilar un millón de firmas cuesta, mínimo, 30 millones de pesos. ¿Pues quién te financia, Santiago Creel?”, escribió Téllez.

Le preguntaron a Santiago sobre la postura de Lilly. “Soy el primero en pedir que exista una cancha pareja, que las reglas sean iguales para todos; y que permitan una participación para que, salga quien salga, tenga legitimidad”, dijo ayer.

Otro destacado panista, Damián Zepeda, de plano se pronunció en contra de los “filtros” y “bardas” —así los llamó— que la dirigencia de su partido le quiere poner a todos los que tengan aspiración de competir por la candidatura presidencial, el senador incluido.

“Me parece sumamente negativo y completamente lamentable”, señaló.

Mancera opinó también del tema. ¿Un millón de firmas? ¿Y quién va a controlar ese proceso?, preguntó.

* Ya que estamos. Circula un documento interno del Frente Cívico Nacional en el que propone a Unid@s, que agrupa a varias organizaciones ciudadanas, un proceso paralelo para elegir, al margen de los partidos, un candidato de la sociedad.

Ese candidato se presentará cuando los partidos emitan la convocatoria para la elección de un candidato único de oposición.

El ciudadano elegido sería el aspirante de la sociedad civil que competiría en el proceso de la alianza Va por México contra los aspirantes registrados por cada uno de los partidos que integran esa coalición opositora: PAN, PRI y PRD.

 

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