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CIUDAD DE MÉXICO.- Tras siete años con el primer equipo de Chivas, Omar Bravo decidió emigrar al extranjero y lo hizo como agente libre. Pese a que tanto Jorge Vergara como Néstor de la Torre le insistieron en que renovara su contrato, el mochiteco rechazó todas las ofertas y firmó con el Deportivo La Coruña en la primera División de España, consciente de que el pacto de caballeros podía cobrarle factura en el futuro.
El representante de Omar Bravo en aquel entonces, Rubén Pérez, había entablado negociaciones en Miami con el promotor Carlos Hurtado (uno de los más conocidos en la historia del futbol mexicano). Al final de las charlas, este agente adquirió el 50 por ciento de los derechos federativos del jugador. Héctor Huerta dio el reporte y aseguró que el presidente del Deportivo La Coruña, Augusto Joaquín César Lendoiro, agradeció al “amigo Hurtado” por facilitar la transacción para que pudieran hacerse con el jugador sin desembolsar dinero. Pero éste último no fue visto en ningún lugar.
Para su mala suerte, Omar no tuvo los minutos esperados en España y apenas logró marcar tres goles en 20 partidos. Según sus propias palabras, este fue uno de los detonantes por los cuales no fue tomado en cuenta por Javier Aguirre de cara a la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010: “perdí el ritmo al no tener minutos en Europa. Me costó un poco regresar a mi nivel, porque cuando ya me sentía en mi mejor performance, ya era un poco tarde. Ya la delegación que fue a Sudáfrica estaba ya en su pretemporada de cara al Mundial”, comentó Bravo para versus digital.
Carlos Hurtado, el hombre clave para el fichaje de Omar Bravo a La Coruña
Al no lograr consolidarse en La Coruña, Augusto César Lendoiro acudió al Draft de jugadores de Liga MX para ofrecer al atacante en 2 millones 300 mil euros. Según el reporte de Huerta, en realidad eran dos millones para el “amigo Hurtado”, una pizca para el Depor. Y 300 mil euros que le debían de cuatro meses de sueldo a Bravo.
Luego de que no lograran venderlo, la única opción que le quedaba a Omar Bravo era regresar a Chivas. Pero para ello debía pedirle una disculpa a Jorge Vergara por negarse a renovar contrato con el Guadalajara. Y pedirle que no le aplicaran el pacto de caballeros. Éste aceptó su arrepentimiento y realizó una encuesta a los jugadores del Rebaño para saber si lo querían de regreso. Pero de 22 votos totales, 20 fueron en contra y sólo dos a favor.
El arrepentimiento, ausencia en el Mundial del 2010 y posterior regreso a Chivas
Al final, Vergara igualmente aprobó su regreso. Omar regresó por un año, pero no le alcanzó para retomar su nivel y ganarse un lugar en la lista para el Mundial. Eso sí, el propio mochiteco dijo que, de no haber tenido la valentía de ir a Europa, se habría retirado a los 31 años: “Si no hubiera tenido la experiencia del Deportivo La Coruña, seguramente y con certeza me hubiera retirado a los 31 años. Entendí que al salirme de esa burbuja en la que, entre comillas, estás en el futbol mexicano. Debes ser más profesional aún de lo que habías sido, cuidar más los pequeños detalles. De no haber sido así hubiera jugado mucho menos”.
Bravo se perdió el Mundial y perdió la Final de la Copa Libertadores con Chivas ante el Internacional de Porto Alegre en 2010. Pero luego de su estadía en Kansas City, Cruz Azul y Atlas, regresó a Guadalajara para convertirse en el máximo goleador en la historia del club y despedirse con el trofeo de Supercopa MX en el 2016 ante el Veracruz.
