Ofrece charla padre Ernesto Curiel: “San José en la tierra y en el cielo”

Por: Cristina Flores Cepeda / Factor

Sabinas, Coahuila. – La parroquia de Guadalupe de Sabinas, con el respaldo del padre Ernesto Curiel Arechavala, ofreció una charla en el templo del Sagrado Corazón denominada “San José en la tierra y en el cielo”. El sacerdote procedente de Aguascalientes y con raíces en Hermosillo, Sonora, visitó la Región Carbonífera y mencionó que este tipo de pláticas están enfocadas a fortalecer la fe en estos momentos difíciles, donde la pérdida de valores es evidente. “Por eso ocurren tantas cosas como las que vemos en estos tiempos y acudimos a este municipio ante una invitación que nos hicieron con el objetivo de platicar de quién fue San José, que lo entendamos y valoremos”.

“Hablamos de lo que podemos aprender de San José, porque el Papa Francisco ha dedicado múltiples frases a San José a lo largo de su Pontificado, donde señala sobre la devoción y admiración que siente por San José, patriarca de la Sagrada Familia, esposo de María y padre adoptivo de Jesús. El Pontífice ha dicho en varias ocasiones que todos podemos aprender del santo y, de acuerdo con él, son muchas las lecciones que ha dejado para todos”.

Entre otras, ser protectores de causas y no tener miedo a la bondad y la ternura, dijo ante quienes se dieron cita en el templo del Sagrado Corazón para escuchar al padre Curiel Arechavala. San José ha acompañado a Francisco desde el inicio de su Pontificado, ya que la solemnidad del santo coincidió con la fecha de la Misa de inauguración del Pontificado de Francisco el 19 de marzo de 2013. Ese día, el Papa dijo: “Doy gracias al Señor por poder celebrar esta Santa Misa de comienzo del ministerio petrino en la solemnidad de San José, esposo de la Virgen María y patrono de la Iglesia universal: es una coincidencia muy rica de significado”.

“En los Evangelios, San José aparece como un hombre fuerte y valiente, trabajador, pero en su alma se percibe una gran ternura, que no es la virtud de los débiles, sino más bien todo lo contrario: denota fortaleza de ánimo y capacidad de atención, de compasión, de verdadera apertura al otro, de amor. No debemos tener miedo de la bondad, de la ternura. “Una vez que oímos la voz de Dios, debemos actuar. Al igual que San José, una vez que hemos oído la voz de Dios, debemos despertar, levantarnos y actuar. Como familia, debemos levantarnos y actuar”.

“San José es un hombre fuerte y de silencio”. Invitó a los presentes para que, cuando tengan alguna dificultad acudan a San José. Con la invitación a que podamos siempre acompañar en silencio a quien lo requiere, ser bondadosos y confiar en Dios. Aconsejó a los padres acompañar a sus hijos en silencio, guiarlos, sin entrometerse en sus vidas, como hizo José con Jesús.