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«No nos morimos porque Dios no quiso»: sobreviviente del Pinabete

«No nos morimos porque Dios no quiso»: sobreviviente del Pinabete

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Por: Cristina Flores Cepeda

Sabinas, Coahuila. – Mientras señaló que nunca fueron tomados en cuenta y que ni siquiera recibieron una marcación por parte del Instituto Mexicano del Seguro Social, Héctor Javier Díaz uno de los cinco sobrevivientes del pozo El Pinabete que este jueves permaneció en el exterior del área siniestrada, donde diez de sus compañeros perdieron la vida. Dijo que ahora él se dedica a la albañilería, empleo que le permite seguir adelante pues no está aún en condiciones de ingresar a un desarrollo minero debido al fuerte trauma que aún arrastra por los hechos donde él pudo salir con vida, pero no sabe siquiera cómo lo logró y, aunque fue hospitalizado ni siquiera los valoraron.

Dijo que para los cinco que sobrevivieron, nunca hubo un apoyo ni los marcaron. «Para el seguro nosotros no fuimos nada, no se oye nada, no suena nada; pienso que nos debieron haber marcado porque el daño de lo que vivimos ahí abajo. Nunca se nos va a quitar”. Relató que los que lograron salir fueron Alfredo Sánchez, José Pompa, Fidencio Sillas, Raymundo Tijerina y Héctor Javier Díaz; “andamos todos igual, con muchos problemas por el trauma, pero no nos hicieron caso”.

Añadió que desde que empezó todo, ellos están olvidados nadie los tomó en cuenta y aunque inicialmente les dijeron que les iban a dar una ayuda, nunca llegó una persona que les habló de México, de Derechos Humanos para decirles de este apoyo, pero realmente “nunca hubo nada; nos citaron en un hotel de Nueva Rosita, pero nunca vimos que alguien llegara, ya no nos hablaron, nada».

Mencionó que después de 25 años de trabajar bajo la tierra en los desarrollos mineros ahora ya no puede hacerlo, se dedica a la albañilería; «nos dijeron que el agua en el pulmón se nos iba a quitar, que sería poco a poco. Nosotros entendemos que a ellos no les importó nada». Mencionó que los mandaron a Ciudad Acuña con psicólogo, pero ellos tenían que pagar todos los gastos y no podían hacerlo.

De terminación les dieron solo 6000 pesos por parte de la empresa a otros les dieron 4000 pesos «y nos dijeron que lo agarráramos porque si no, ya no había nada». En torno al día del accidente dice que él recuerda todo «nunca se me va a olvidar, nunca, nunca, lo que escuchamos fue un estallido de aire, luego otro, fueron cuatro en total nunca vimos de donde llegó el agua, y haz de cuenta que lo que llegó fue un tsunami, no nos morimos porque Dios nos quiso, porque ahí era claro que no iba a sobrevivir nadie. Íbamos a bajar al bote, pero no alcanzamos a despegar, nos quedó un huequito donde pudimos salir, apenas salía la nariz y nos salvamos”.

Dijo que él resiente consecuencias de estos hechos al sufrir de dolores de cabeza y no ve bien, su vista quedó afectada, además que se quedaron con daños en la cintura donde el dolor es intenso.

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