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Los Astros de Houston arraigados en tierra mexicana; 50 años de conexión

Los Astros de Houston arraigados en tierra mexicana; 50 años de conexión

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CIUDAD DE MÉXICO.- Un gigante cansado y en el olvido se convirtió en el primer visitante distinguido que representó a la franquicia de Houston en tierras mexicanas hace casi cincuenta años. Con los músculos oxidados, al estar casi una década en el retiro, el coloso de hierro viajó en unos poderosos furgones a la Comarca Lagunera, en donde encontró su nuevo destino y fue bautizado cariñosamente como El Millón de Tuercas.

Los actuales Astros de Houston, que jugarán este fin de semana en la Ciudad de México, nacieron en 1962 con el nombre de Colts 45 y su primera casa fue el Colt Stadium. Esa construcción de acero, con la peculiaridad de armarse como si fuera el famoso juego Meccano, sólo tuvo tres años de vida en las Grandes Ligas y luego quedó en el abandono por una década hasta que fue rescatado por el empresario mexicano Juan Abusaid, quien lo compró en 100 mil dólares para convertirlo en la casa de los Algodoneros de Unión Laguna a partir de 1975 en la Liga Mexicana.

El primer estadio en Houston nunca fue del agrado de los aficionados ni de los jugadores, por lo que esperaban con ansias la llegada del Astrodome, inaugurado en 1965, el cual se construyó a unos metros del tristemente recordado Colt.

La Octava Maravilla, como se le consideró en su momento al flamante estadio, acaparaba los reflectores como casa de los Astros, mientras que el viejo parque de pelota encontró la mejor opción al ser trasladado a Torreón, en donde luego de tres meses de armado, quedó listo para estrenarse con el nombre oficial de Estadio Superior, aunque todos lo conocían sólo como El Mecano.

“Era un estadio bonito, no era muy vistoso por fuera, pero se jugaba bien y los aficionados estaban cómodos porque tenían una buena visión”, recordó Alfredo El Zurdo Ortiz, quien le tocó lanzar en ese peculiar diamante.

Fue hasta 1981, luego de recibir a decenas de juegos del circuito veraniego, que acabó la presencia del Millón de Tuercas, como era conocido por los aficionados en las tierras coahuilenses.

El destino del gigante, ya desarmado, todavía es un misterio. Algunas versiones apuntan a que se convirtió en la casa de los Astros de Tamaulipas, conocida como Ángel Castro, pero también hay quienes defienden de que aquel era otro estadio.

El Mecano llegó a Tampico para revivir al equipo Alijadores, era un proyecto impulsado por el Sindicato de Petroleros, pero la detención del líder Joaquín Hernández Galicia, conocido como La Quina, a principios de 1989, puso freno a esos planes.

La franquicia terminó por convertirse en los Tuneros de San Luis y el destino del estadio se desconoce.

“No se sabe dónde quedó ese estadio después de que llegó a Tampico”, comenta José Luis Gutiérrez, quien fue gerente de los Tuneros. “Lo único que nos llevamos nosotros a San Luis fueron las torres de alumbrado, que no eran las mejores, pero era lo que había en ese momento. Lo demás creo que se quedó en una bodega”.

De aquel gigante que alguna vez fue casa de un equipo de Grandes Ligas, poco se sabe e incluso hay versiones que el empresario Alejo Peralta lo compró para traerlo a la Ciudad de México, pero debido a que el estado en el que se encontraba no era el ideal, apenas sirvió para instalar unas tribunas en la Academia de beisbol en Pastejé.

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