Barbara y Jenna Bush escribieron una carta abierta a Malia y Sasha Obama, quienes dejar?n la Casa Blanca el pr?ximo 20 de enero?cuando Donald Trump asuma la presidencia
WASHINGTON.
Las?hijas?del?expresidente de Estados Unidos George W. Bush,?Barbara Bush y Jenna Bush Hager,?escribieron una carta?a las del actual?mandatario, Barack Obama, Malia y Sasha Obama, sobre la vida despu?s de la?Casa Blanca.
La carta abierta, con la que hoy se emocion? Jenna ley?ndola en el programa de televisi?n «Today» y que fue publicada anoche en la revista?Time, fue dirigida a las j?venes hermanas Obama, que dejar?n la Casa Blanca el pr?ximo 20 de enero cuando el republicano Donald Trump tome posesi?n como nuevo presidente de EU.
Por supuesto que estoy llorando. Es simplemente incre?ble lo r?pido que pasan ocho a?os y c?mo se han convertido en estas mujeres incre?bles, s?lo quer?amos asegurarnos de que lo supieran», dijo Bush Hager.
Ella y su hermana Barbara le dieron la bienvenida a las j?venes hijas de Obama al «singular club de los hijos de expresidentes», un estatus que no buscaron y que les vendr? «sin directrices», aunque s? se tendr?n la una a la otra, como tambi?n les ocurri? a las descendientes de la familia del expresidente.
«Pero tienen mucho que esperar para el futuro. Estar?n escribiendo la historia de sus vidas, m?s all? de la sombra de sus padres famosos, aunque siempre llevar?n consigo las experiencias de los ?ltimos ocho a?os», relataron Barbara y Jenna.
Por experiencia propia, les aconsejaron que disfruten de la universidad, que Malia, la hija mayor del matrimonio Obama, empezar? en oto?o de 2017 en la prestigiosa Harvard tras su a?o sab?tico, y que Sasha comenzar? cuando acabe los dos cursos de educaci?n obligatoria que le quedan.
Ya no tendr?n el peso del mundo sobre sus j?venes hombros. Exploren sus pasiones. Aprendan qui?nes son. Cometan errores -se les permite hacerlo-. Sigan rode?ndose de amigos leales que las conocen, las adoran y las proteger?n ferozmente. Los que las juzgan no las aman, y sus voces no deben tener peso. M?s bien, es su propio coraz?n lo que importa», narraron las hijas de Bush.
Barbara y Jenna les recomendaron que no olviden a «la maravillosa gente que trabaja en la Casa Blanca», como la florista Nancy, que ellas conocieron a los 7 a?os de edad en la toma de posesi?n de su abuelo, George H. W. Bush, y con la que han mantenido una estrecha relaci?n desde entonces hasta tal punto que hizo el decorado floral para la boda de Jenna.
Ellas tambi?n se mantuvieron en contacto con su equipo del servicio secreto, ya que estuvieron con ellas en sus primeras citas, en las pedidas de mano e incluso en la luna de miel, y pusieron su vida «en pausa» por ellas aunque no fuera f?cil ser seguidas por «hombres con mochilas» durante la adolescencia.
