Por/ Factor
Un año y medio después de la peor crisis hídrica de los últimos 30 años en Nuevo León aún quedan pendientes las inversiones necesarias en infraestructura para garantizar el abasto y manejo de agua en los siguientes años. De acuerdo con Juan Barragán, director de Agua y Drenaje de Monterrey, la crisis de 2022 se originó debido a que por 20 años no se destinaron los recursos para la gestión del líquido: “Lo que pasó el año pasado no es algo gratuito, se originó porque no se había invertido suficiente dinero en suministro para la ciudad por décadas”, indicó. El trabajo realizado hasta ahora está alineado con el Plan Hídrico Nuevo León y el Plan Maestro para asegurar el agua en Monterrey en el año 2050.
En ese sentido, el Consejo Consultivo del Agua definió algunos grandes desafíos para contribuir a resolver esta problemática. La primera es reducir las fugas de agua ya que, de acuerdo con este organismo, por cada metro cúbico que corre por la red de agua, la mitad se queda en el traslado a los hogares debido a que las tuberías llegan a tener hasta 50 años de uso, por lo que se requiere inversión en esta infraestructura hídrica y mantenimiento.
“Es un tema muy complicado para los gobernantes porque estas inversiones son altas, muy complicadas, generan molestias a los ciudadanos, son obras que al final del día no se ven y no son atractivas, decimos coloquialmente. Pero hay una ley de acciones público privadas donde el gobierno federal le da la oportunidad al sector privado de invertir recursos en este tipo de situaciones”, indicó Raúl Rodríguez, presidente del Consejo Consultivo del Agua.
Tecnificación del campo, un factor clave de éxito
Otra solución que plantean es la tecnificación del campo. Señalan que aproximadamente el 76 por ciento del agua que corresponde a la entidad se destina al uso agrícola y pecuario por lo que es urgente cambiar el método de riego para hacerlo más eficiente y sostenible. En ese propósito, Horacio Martínez, director del Instituto para la Protección Ambiental, indicó que se necesita participación del gobierno estatal para acceder a fondos climáticos y a diferentes mecanismos de inversión. Martínez señaló como otra acción prioritaria modernizar la infraestructura y el equipamiento de medición hídrica, “no hay un sistema de monitoreo suficientemente robusto. Me parece que ahí es donde tendríamos que estar empezando a trabajar. El papel de la tecnología también tiene que funcionar en términos de seguridad, sería muy importante para poder evitar el desperdicio o mal uso del agua”, refirió.
El Consejo Consultivo del Agua plantea también replicar las buenas prácticas de grandes industrias en el reúso de agua, en pequeñas y medianas industrias que no tienen la capacidad económica pero sí la voluntad: “es ahí donde insistimos que el gobierno federal y gobiernos estatales deben generar programas de uso eficiente del agua para apoyar a estos sectores”. Raúl Rodríguez, titular del Consejo, recordó que se aprendió la lección tras la sequía: “El gobierno federal y estatal han invertido recursos (…) esto debe ser una constante, no una reacción, debemos ser preventivos y proactivos y el caso de Nuevo León pues pinta de ejemplo ya que cerca de 14 estados, particularmente del norte del país, están sufriendo un estrés hídrico considerable. Necesitamos tomar este tema más en serio y destinar más recursos a la inversión hídrica”, concluyó.
