
Héctor Herrera Factor
Saltillo Coahuila. El reciente descubrimiento de un campo de exterminio en Teuchitlán, Jalisco, ha generado una ola de indignación y una serie de cuestionamientos hacia el gobierno federal. La noticia, que ha impactado a la sociedad mexicana, ha puesto nuevamente en el centro del debate la violencia que azota al país y la aparente falta de acciones contundentes por parte de las autoridades. Gerardo Aguado, legislador local de Coahuila, fue uno de los primeros en expresar su enojo y preocupación ante lo que consideró una actitud de indiferencia del gobierno federal frente a este grave hallazgo.
Aguado, visiblemente molesto, señaló que la magnitud de la situación genera un profundo sentimiento de frustración, tristeza y enojo. «Es alarmante que el gobierno federal, aunque admite la existencia de estos campos de exterminio, no asuma su responsabilidad y trate de desviar la atención. Antes, eran los primeros en alzar la voz ante tragedias como estas, pero ahora parece que prefieren minimizar los hechos», afirmó el legislador.
El legislador también recordó cómo, en el pasado, los actuales funcionarios del gobierno eran los más enfáticos al exigir justicia ante casos de gran impacto social, como la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Sin embargo, lamentó que hoy, en lugar de tomar medidas firmes contra la violencia, las autoridades parecen normalizarla. «Ahora se permiten declaraciones que minimizan lo que ocurre. Este gobierno ha mostrado incapacidad para enfrentar al crimen organizado», agregó Aguado.
La polémica se desató luego de que varios diputados federales, especialmente de Morena, restaran importancia al hallazgo en Teuchitlán. Algunos afirmaron que la existencia de fosas clandestinas es algo «natural» en el contexto de la violencia que vive el país. Para Aguado, este tipo de expresiones solo reflejan la falta de voluntad del gobierno para hacer frente a los grupos criminales que continúan operando con impunidad en diversas regiones de México.
El legislador coahuilense subrayó que lo más preocupante es la falta de resultados tangibles ante la creciente presión internacional, incluida la del presidente de Estados Unidos, quien ha expresado su preocupación por la situación de seguridad en México. «Es inaceptable que, a pesar de la presión internacional, no veamos acciones claras para frenar la violencia. Los descubrimientos de campos de exterminio, matanzas y casas de seguridad continúan a lo largo del país. No se puede seguir ignorando esta realidad», destacó Aguado.
Este nuevo descubrimiento en Teuchitlán se suma a una larga lista de hallazgos de campos de exterminio y fosas clandestinas en diversas partes de México, una problemática que ha crecido en los últimos años a medida que el crimen organizado gana terreno en todo el país. La respuesta del gobierno federal ante estos sucesos, según los críticos, ha sido insuficiente para garantizar la seguridad y justicia que la sociedad demanda.
Las declaraciones de Gerardo Aguado no son un caso aislado, sino una muestra del creciente malestar social ante la falta de acciones efectivas por parte de las autoridades. La violencia, lejos de disminuir, parece haber alcanzado niveles insoportables, dejando a millones de ciudadanos en una constante sensación de inseguridad y desesperanza. Mientras tanto, la pregunta sigue siendo si el gobierno federal tomará medidas decisivas o si continuará con una postura que permita la normalización de la tragedia que viven miles de familias mexicanas.