AGENCIAS/FACTOR
As? ha cambiado la pol?tica holandesa, las encuestas sobre las elecciones lo afirman, Holanda ha frenado las aspiraciones de la extrema derecha en Europa. Seg?n los primeros sondeos a pie de urna de Ipsos dan como ganador al actual primer ministro, el liberal de derechas Mark Rutte, y revelan que Geert Wilders, que lleg? a liderar en las encuestas no ha contado con el apoyo que esperaba, este candidato ha mostrado sus pol?ticas racistas y anti europe?stas.
Con esto el populismo xen?fobo ha sufrido un rev?s posterior al Br?xit y el ?xito que supuso despu?s de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Aun cuando no se tienen los resultados oficiales, el sondeo sit?a a Rutte en primer lugar con 31 esca?os, muy lejos de los 76 que se necesitan para formar Gobierno.
El liberal tendr? que entenderse con tres o cuatro partidos para tratar de formar un ejecutivo que le mantenga en el poder otros cuatro a?os m?s. Pese a haber sufrido una derrota despu?s de los pron?sticos, la formaci?n de Wilders, el Partido para la Libertad, tendr? 19 asientos, lo mismo que los cristianodem?cratas y los liberales de izquierda (D66).
Sin lugar a dudas, el carism?tico Wilders ha sido el gran protagonista de estas elecciones. Sus resultados sirven para medir el poder real que tiene esta ola populista contra Bruselas y la inmigraci?n en el coraz?n de Europa, que tambi?n ver? c?mo se celebran este a?o elecciones en Francia y Alemania con candidatos de similares caracter?sticas. Nunca la extrema derecha hab?a tenido un auge semejante desde la Segunda Guerra Mundial. El frenazo que ha recibido Wilders pone de manifiesto que estos pol?ticos van a encontrar m?s oposici?n en Europa que en Estados Unidos, al menos por ahora. De todos modos lanz? una advertencia al virtual ganador: «Rutte no se ha librado todav?a de mi».
El pol?tico de melena rubia es el gran responsable de que el mundo haya estado m?s pendiente que nunca de lo que ocurre en Holanda. Los resultados de Wilders en el coraz?n del continente, en un pa?s hist?ricamente abierto y multicultural, vienen a demostrar que el populismo xen?fobo y anti europe?sta tiene un buen n?mero de adeptos, aunque por ahora muy lejos de los necesarios para gobernar en un pa?s como este. Durante meses comand? las encuestas pero en las ?ltimas semanas perdi? fuelle en favor de Rutte. De todos modos nadie quer?a darlo por muerto despu?s de que lo que ocurri? con Donald Trump en su llegada a la Casa Blanca con todos los sondeos en su contra.
Wilders vive aislado por miedo a ser asesinado por sus furibundas cr?ticas al islam y as? recibi? los resultados. Mientras los otros candidatos compart?an la noche con sus asesores y militantes, ?l escuch? lo que hab?an decidido los holandeses encerrado en su despacho. El hombre que lidera una entente de radicalidad y racismo con otros l?deres similares en Francia, Alemania y Austria, se presenta a s? mismo como la voz de la gente de la calle, pero la realidad es que lleva m?s de una d?cada viviendo en una burbuja. 24 horas protegido por la polic?a, sin domicilio fijo y limitando sus apariciones p?blicas. El candidato m?s popular de todos es el que menos se ha dejado ver en campa?a.
La fragmentaci?n del voto va a dar la oportunidad de poder entrar en el gobierno a partidos como D66 (19) y los ecologistas de Groenlink (16). Este ?ltimo ha tenido como candidato a Jesse Klaver, un joven de 30 a?os que se ha erigido como la opci?n progresista frente a la derecha de Rutte y la derecha a?n m?s radical de Wilders. Con un punto de entusiasmo ciego se le lleg? a llamar el anti-Wilders.
Los resultados provisionales tambi?n reflejan el batacazo de la socialdemocracia (han pasado de 38 a 9). El candidato que ha presentado el PvdA, Lodewij Asscher, era fresco, ten?a ideas interesantes y gustaba al electorado pero la herencia de su partido lo ha sepultado. Los socialdem?cratas pactaron con la derecha el Gobierno de hace cuatro a?os, en plena crisis, lo que ellos interpretaban como un gesto patri?tico en medio de la tormenta. Pasada la legislatura, Rutte prosigui? su hoja de ruta y los socialdem?cratas se quedaron varados. La clase trabajadora en la que se apoyaron durante d?cadas para introducir avances sociales los ven ahora como una ?lite alejada de los problemas reales de la gente. Su ca?da libre es hist?rica.
La campa?a ha estado monopolizada por los debates sobre identidad e integraci?n, al calor de las abruptas declaraciones de Wilders contra los musulmanes -alrededor de un mill?n de personas en un pa?s de 17-, a los que considera responsables de estar acabando con las costumbres holandesas. Los im?nes de las mezquitas pidieron la movilizaci?n de su comunidad en el rezo del viernes para evitar que Wilders tuviera opciones de victoria.
Si bien la Uni?n Europea figuraba en todos los programas electorales, la posibilidad de que un partido eur?fobo como el de Geert Wilders obtuviera muchos votos, ha acaparado dicho segmento del debate durante la campa?a. Esta vez, no ha primado el peso espec?fico o bien la influencia que Bruselas deb?a tener en Holanda. En los pocos momentos que los candidatos han abordado el asunto, ha sido para discutir su respuesta ante un posible Gobierno dispuesto a abandonar la UE. En uno de los pa?ses fundadores de la Comunidad Econ?mica Europea, ha chirriado que las propuestas ya no fueran el consabido ?m?s o menos Europa?, sino el riesgo de retirada del espacio natural del comercio y las relaciones internacionales holandesas. Holanda es peque?a y grande a la vez en la escena internacional, y Wilders no ha sido el ?nico responsable de un cambio del tono. Tambi?n es la primera vez que tantos grupos (28) han concurrido a las urnas. Y unos 14 o 15 pod?an entrar en el Congreso.
A la luz de los primeros sondeos el Gobierno m?s probable nacer? del entendimiento entre cuatro o cinco partidos. Liberales de derecha (europe?stas con un buen control de las demandas fiscales de Bruselas), cristiano dem?cratas (contenidos pero sin rechazo a Europa y con toques identitarios de ?ltima hora), liberales de izquierda (proeuropeos en todo), y ecologistas (la estrella de fin de campa?a, que mira a la UE en t?rminos de paz, seguridad y clima), pueden formar un cuarteto. De necesitar a?n a otros, los socialistas radicales parecen una opci?n. El problema es que si bien quieren colaborar con la UE, no les gusta el euro.
Lo que es seguro es que Wilders se quedar? en la oposici?n. El hecho de que liderara las encuestas llev? a pensar que tendr?a opciones de gobernar un pa?s al que quer?a cerrar las fronteras y sacar de la EU. Por lo momento eso no va a pasar. Holanda ha contenido el primer embiste de la ola populista.
