Fiesta patronal de la Guadalupana, celebración de fe y tradición

Por: Cristina Flores Cepeda
Sabinas, Coahuila. – El 12 de diciembre, un día marcado en el calendario de muchos mexicanos, se celebra la fiesta patronal de la virgen de Guadalupe, un evento que reúne a miles de fieles en un acto de devoción y agradecimiento. Este año, la misa fue encabezada por el obispo Alfonso Gerardo Miranda Guardiola, quien, con su presencia y palabras, renovó el espíritu de fe y esperanza en la comunidad. En el altar acompañando al obispo en la celebración estuvo el párroco Juan Gerardo Hernández Briones y el vicario Luis Alberto González Murillo.
La misa, que tuvo lugar en el exterior de la parroquia en un ambiente de profunda reverencia y alegría, fue un momento para recordar la importancia de la virgen de Guadalupe en la vida de los creyentes. Durante su homilía, el obispo Miranda Guardiola instó a la feligresía a mantener la fe en tiempos de adversidad. “La fe es nuestro refugio y nuestra fortaleza”, afirmó, mientras los asistentes escuchaban atentamente, con el corazón abierto a las enseñanzas que resonaban en el lugar.
El obispo también expresó su agradecimiento por el fervor y la devoción que la comunidad ha mostrado en honor a la Guadalupana. “Es conmovedor ver cómo cada año, con el mismo entusiasmo, se reúnen para rendir homenaje a nuestra madre celestial”, dijo, destacando la importancia de la tradición y el compromiso de los fieles. La misa estuvo acompañada de cantos, oraciones y momentos de reflexión, creando un ambiente de unidad y amor entre los asistentes.
En su mensaje, el obispo recordó el milagro del Tepeyac, un evento que marcó la historia de México y que sigue siendo un pilar fundamental de la fe católica en el país. “La aparición de la virgen a Juan Diego es un recordatorio de que Dios siempre está presente en nuestras vidas, guiándonos y protegiéndonos”, comentó, mientras los rostros de los feligreses reflejaban la emoción y la conexión con esta historia sagrada.
La celebración fue un acto religioso y una manifestación cultural que une a generaciones. Familias enteras se congregaron, llevando consigo flores, imágenes de la virgen y, sobre todo, un corazón lleno de gratitud. La comunidad se unió en un solo canto, elevando sus voces en honor a la Guadalupana, creando un ambiente de alegría y esperanza. Al finalizar la misa, el obispo Miranda Guardiola invitó a todos a que prevalezca la fe, que refuercen su hermandad y sean solidarios.