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Chile. – Arqueólogos que acompañan la construcción de una obra que se realiza en el metro de Santiago, Chile encontraron vestigios de hace 13 mil años, incluidos ocho esqueletos humanos, que revelan por primera vez la presencia de poblaciones nómadas en el valle de la capital chilena. La arqueóloga Consuelo Carracedo, que forma parte de la investigación, hizo la presentación de este inédito hallazgo durante el jueves 26 de octubre del 2023, en el que se dieron detalles sobre lo que sucedió.
«Este antecedente es inédito para la arqueología nacional porque no se conocían grupos cazadores-recolectores en el valle» de Santiago, explicó. Entre las piezas encontradas, que datan del período arcaico, mismo que comprendía desde el año 11 mil al 300 antes de Cristo (a.C), hay ocho esqueletos humanos, puntas de lanza de piedra, semillas y fragmentos de huesos de camélidos, entre otros vestigios.
Antes de estas excavaciones, sólo se conocía de la existencia de poblaciones nómadas en la cordillera y en la costa de lo que hoy se conoce como la zona central de Chile. A raíz de este nuevo hallazgo arqueólogico, los científicos creen que poblaciones de cazadores-recolectores pasaron y se establecieron temporalmente en lo que actualmente se conoce como Santiago. El descubrimiento de estos restos proporciona «información importante, porque nos dicen que estos grupos estaban transitando a través del río Mapocho», aseguró la experta.
Dicho cuerpo acuatíco es uno que cruza la capital de Chile, Santiago desde el este hasta el oeste. Desde 2020 se realizan trabajos de arqueología en un terreno de 17 hectáreas ubicado en el municipio de Renca, en el noroeste de Santiago. Allí se levantarán los estacionamientos y talleres de reparación de los trenes de la nueva línea 7 del metro, que se espera esté en funcionamiento en 2028. Los arqueólogos que forman parte de la investigación en la zona exploran el terreno con pinceles, espátulas y pequeñas palas en búsqueda de vestigios que den cuenta de los modos de vida de la época antigua.
«Aquí había una llanura de inundación, donde el río Mapocho crecía, depositaba sedimento fino», que fue lo que cubrió los restos, sostiene la arqueóloga Carracedo. Además de ello, Consuelo Carracedo mencionó que gracias a este hallazgo se pudieron realizar diferentes trabajos y comenzaron investigaciones en la zona. «Una secuencia de ocupaciones completa, desde el período más temprano, que es el arcaico, hasta grupos alfareros, históricos e incluso tiempos recientes», añadió.
