Se le cayó el teatro perverso a Napillo Gómez Urrutia en Monclova.
Justo cuando Ahmsa enfrenta lo más duro de la crisis, surgen los napos con demandas de cumplimiento del contrato de trabajo de las secciones 147 y 288.
El pago del complemento de ahorro 2022, premio de asistencia, entre otras demandas.
Pero el trasfondo del conflicto es otro… Es político.
Le madrugaron al Nacional Democrático va de Ismael Leija, pero no supieron qué hacer cuando tenían todo en la mano.
Dos movimientos fuertes y en el tercero, los Democráticos los pusieron en la lona.
El problema para Napillo sigue siendo el mismo de siempre: la incapacidad y cortedad de cerebro, de quienes se dicen sus operadores políticos.
Son unos incapaces.
Lo que pretendía Napoleón, era provocar un enfrentamiento entre obreros de Ahmsa y crear un estado de excepción al interior del Sindicato Nacional Democrático.
No pudo.
Se le cayó el teatro, con el engaño de que será en un futuro, el titular de los contratos de trabajo de las secciones 147 y 288.
La gente de Ahmsa debe saber que en el 2006, Napoleón Gómez Urrutia reventó Villacero planta Lázaro Cárdenas en Michoacán, propiedad de Julio Villarreal, el potencial comprador de Ahmsa, en sociedad con Cargil, un corporativo estadounidense.
Solo a un demente de le ocurre pensar que Julio Villarreal le abrirá las puertas, a quien le reventó una empresa que valía más de mil millones de dólares en el 2006.
Que alguien le diga a los napistas, que el dueño de sus sueños guajiros es un cadáver político, a quien le queda un tiempo de gracia de un año siete meses para regresar a Canadá, en calidad de sustraído.
Para la gente de Ahmsa, debe ser tiempo de unidad, de reflexión, de solidaridad y espera.
Lo más difícil ya pasó.
El capital relevo viene en camino.
Se encuentra a la vuelta de la esquina.
Tiempo al tiempo.
Enclave… Periodismo Joven, II Era.
