Con perdidas por 18 mil millones de pesos, por medicamento caducado mientras mueren niños afectados por el cáncer el gobierno de Andrés Manuel López Obrador pretende ignorar la mayor de las crisis de su gobierno: la salud. La exhibida que le dió Carlos Loret de Mola através de Latinus no deja lugar a dudas; el peor de los desabastos en unidades de medicina familiar, clínicas y hospitales se vive ante una mala estrategia de distribución.
A final de cuentas, dijo, llegan medicamentos ya caducados y se han perdido algo así como 134 millones de piezas que afecta no solo la economía del país sino directamente la salud de los ciudadanos, mientras padres y madres de familia imploran por medicamento para salvar a sus hijos, las medicinas se mantienen a resguardo en bodegas consecuencia de un gobierno insensible.
La tragedia no puede ser peor en nuestro país, señaló, cómo lo muestran las denuncias presentadas por los padres de familia contra el presidente de la república el secretario de salud y directores de algunas clínicas y hospitales por la falta de atención, por la negligencia y apatía que. raya en el genocidio.
Mencionó que la crisis es tal en el renglón de salud, que se resiente la falta de vacunas BCG, varicela y otras más del cuadro básico, ni qué decir de los tratamientos para padecimientos crónicos degenerativos cómo la diabetes e hipertensión arterial. Del cáncer y VIH es peor.
Añadió que solo tres empresas tienen el control de la entrega de medicamentos y eso impide una distribución adecuada, pero eso no es justificante para la muerte de niños afectados por cáncer, para el dolor de aquellos que sufren esclerosis múltiple y el sufrimiento de los crónicos degenerativos.
