
Concurso del Becerro Gordo fortalece la economía regional
Por: Cristina Flores Cepeda
Sabinas, Coahuila. – A unas semanas de celebrarse el esperado concurso del Becerro Gordo, los 90 ejemplares inscritos en la competencia permanecen vigentes y en buenas condiciones, de acuerdo con los reportes de supervisión y el constante contacto que se mantiene con los propietarios, así lo dio a conocer Ernesto Alonso Ramos Boone, presidente del comité organizador de este importante evento anual. Hasta la fecha, no se ha reportado la baja de ningún animal, ni por fallecimiento ni por cuestiones sanitarias o físicas, lo que refleja el compromiso y cuidado de cada concursante durante el proceso de engorda.
“Al parecer todos van bien, de acuerdo con la selección que cada uno hizo desde el inicio. Se nota la dedicación de quienes participan, porque saben que esto representa no solo un reto técnico, sino también una inversión importante que puede rendir frutos”, expresó Ramos Boone. El concurso, que se realiza en dos etapas —en pie y en canal—, está programado para celebrarse el próximo domingo 7 de septiembre la primera fase, mientras que el miércoles 10 de septiembre se llevará a cabo la evaluación en canal, que permite conocer el rendimiento cárnico de los ejemplares, paso previo a su comercialización.
Uno de los aspectos más relevantes del certamen es el impacto económico que genera. Solo por concepto de venta de carne, la derrama estimada oscila entre los 2.5 y 3 millones de pesos, cifra significativa para los productores locales. No obstante, Ramos Boone destacó que los beneficios van mucho más allá. “Durante los meses que dura el concurso, la derrama económica es mucho mayor, porque se activa toda una cadena productiva: desde los manejadores, las personas que los cuidan, las forrajeras, los proveedores de alimento y forraje, los médicos veterinarios, hasta quienes venden artículos especializados como arreadores, martigones, champús, y otros insumos necesarios para la preparación y presentación de los becerros”, explicó.
Ramos Boone señaló que hay personas que viven del concurso, como es el caso de los preparadores, quienes se dedican profesionalmente a amansar, alimentar, cuidar y presentar a los becerros. Para muchos de ellos, esta actividad representa una fuente de ingresos principal o, al menos, un sustento importante que les permite mantener activa su economía familiar. “El concurso no solo muestra la calidad genética y de manejo del ganado, también es una forma de fortalecer la economía rural, de reconocer el trabajo del campo y de darle valor agregado al esfuerzo de quienes aman esta actividad”. Con la proximidad del evento, crece la expectativa entre los participantes, comerciantes y consumidores, pues además de ser una fiesta ganadera, es una muestra del potencial que tiene el sector agropecuario para seguir dinamizando la economía regional.
