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CIUDAD DE MÉXICO.- Este martes 27 de mayo de 2025 marca el final de una era en el futbol mexicano e internacional. Carlos Vela, uno de los jugadores más talentosos, irreverentes y atípicos de su generación, anunció su retiro del futbol profesional a los 36 años, cerrando un capítulo lleno de logros, contrastes y momentos inolvidables.
La noticia fue confirmada por el propio jugador a través de un emotivo mensaje publicado en sus redes sociales. Sin estridencias, como fue su estilo a lo largo de su carrera, Vela escribió: “Ha sido un honor y un privilegio compartir mi carrera con todos ustedes.” Así, sin grandes homenajes ni despedidas en la cancha, el delantero nacido en Cancún, Quintana Roo, se despide del deporte que lo vio brillar durante casi dos décadas.
Un talento fuera de lo común
Aunque surgió de la cantera de Chivas, Carlos Vela nunca debutó con el club tapatío, ya que desde muy joven fue fichado por el Arsenal de Inglaterra tras su brillante participación en el Mundial Sub-17 de 2005, donde México se coronó campeón y él fue el máximo goleador del torneo.
Su paso por el futbol europeo incluyó etapas en clubes como Salamanca, Osasuna, West Bromwich Albion y el propio Arsenal, aunque fue en la Real Sociedad de San Sebastián donde Vela encontró estabilidad y protagonismo. Entre 2011 y 2018, disputó más de 250 partidos oficiales con el conjunto vasco, anotando 73 goles y convirtiéndose en uno de los jugadores más queridos por la afición donostiarra.
En 2018, Vela dio un giro a su carrera al incorporarse a Los Ángeles FC como el fichaje estelar de la naciente franquicia en la MLS. Su impacto fue inmediato: en 2019 fue nombrado Jugador Más Valioso (MVP) de la liga tras anotar un récord de 34 goles en una sola temporada. Bajo su liderazgo, LAFC se consolidó como uno de los clubes más competitivos de la liga, alcanzando la gloria al ganar la MLS Cup en 2022.
Una historia de altibajos con la Selección Mexicana
A nivel internacional, Vela siempre fue un caso aparte. Desde su irrupción con la Selección Sub-17, con la que ganó el Mundial de Perú en 2005, se perfilaba como una de las grandes promesas del futbol nacional. Sin embargo, su paso por la Selección Mayor estuvo marcado por altibajos, ausencias voluntarias y una relación distante con la afición mexicana.
Disputó dos Copas del Mundo: Sudáfrica 2010 y Rusia 2018, donde fue pieza clave en la histórica victoria sobre Alemania en fase de grupos. No obstante, en varios de sus mejores años futbolísticos prefirió mantenerse alejado del combinado nacional, argumentando razones personales y priorizando su bienestar mental y físico, algo que generó polémica pero también abrió el debate sobre los derechos y límites de los jugadores profesionales.
Un legado que trasciende
Carlos Vela se va como uno de los futbolistas más talentosos que ha dado México en el siglo XXI. Su estilo relajado, casi despreocupado, contrastó con su enorme calidad técnica, visión de juego y capacidad para decidir partidos con un solo toque. Fue un ídolo sin buscar serlo, un artista del balón que nunca se dejó atrapar por las exigencias mediáticas.
Por ahora, Vela no ha dado indicios de cuál será su futuro profesional, aunque algunos rumores lo vinculan con roles en la dirección deportiva o incluso en el mundo del entretenimiento, otra de sus grandes pasiones. Lo cierto es que su legado está asegurado: Carlos Vela no solo dejó huella en la cancha, también cambió la forma en que se entiende el compromiso en el futbol moderno.
El futbol pierde a un jugador irrepetible, pero su historia seguirá siendo referente para nuevas generaciones.