Brindan alimentos al necesitado todos los viernes

-En casa de la familia Vargas Montemayor

Por: Cristina Flores Cepeda

Sabinas, Coahuila. – Todos los viernes en calle Morelos 670 de la colonia Centenario, en el domicilio de la familia Vargas Montemayor, se les brinda alimentos a personas vulnerables, adultos mayores, migrantes, personas con aluna discapacidad, etcétera, pues se trata de ayudar a los semejantes en situación de desventaja. La señora Ana Montemayor señaló que las puertas de su casa están abiertas desde hace años para todos ellos pues no solo son adultos sino también niños y, dada la situación de quienes van de paso también llegan por alimentos.

Descartó que se trate de algún fin político, sino que el objetivo es ayudar en lo más elemental que es esto, proporcionarles alimento y reconoció que son muchas familias las que se encuentran en condiciones críticas, adultos mayores en abandono y personas que ya no pueden desplazarse y a quienes ellos les procuran el platillo hasta su domicilio. No es sencillo porque se requieren las manos de quien prepara, de quien sirve, y luego también la entrega «pero todo lo hacemos con la intención de ayudar. Todos los viernes abrimos el portón de la casa que está en la colonia Centenario y que ya todos saben que pueden acudir a comer en la casa de la familia Vargas Montemayor».

Sin importar el trabajo que ello conlleva, Ana Montemayor con el apoyo de otras personas, ha emprendido, desde hace algunos años esta tarea de ayudar a quien más lo necesite, “es darles un poco de lo que Dios nos provee en casa, porque sabemos que hay quienes no tienen siquiera el recurso para su comida diaria”.

La familia Vargas Montemayor, ha logrado de manera ininterrumpida alimentar, por lo menos una vez por semana, a los adultos mayores que viven en la colonia Centenario y los alrededores, y que no tienen la oportunidad, ya sea por su condición socioeconómica o física, de tener un plato con comida recién hecha en su mesa, todo de forma gratuita.

Los viernes en punto del mediodía, Ana y quienes le ayudan acomodan en la cochera de su domicilio, varias mesas amplias y sillas para empezar la labor altruista, poco a poco se va llenando la mesa con las ollas grandes con la comida que desde muy temprano se empieza a preparar para todos ellos.